domingo, 1 de julio de 2012

Para tomar en cuenta Las temidas “Itis” de invierno

RINOVIRUS

Principal causante del resfrío común.

Síntomas: secreción nasal abundante, que inicialmente es casi siempre acuosa y luego se va haciendo más espesa, pudiendo, incluso, ser mucopurulenta algunos días. Si esta última característica se prolonga más de 7 a 10 días, se debe pensar en una sobreinfección bacteriana como complicación.

Otros síntomas habituales son congestión y picazón nasal, lagrimeo, dolor de garganta, tos generalmente seca, dolor de cabeza y malestar general. Habitualmente es un cuadro que cursa sin fiebre en adultos, pero que puede tener una elevación moderada de la temperatura en niños (37,5º a 38ºC ).

Complicaciones: infecciones bacterianas que pueden presentarse en forma de otitis, sinusitis, adenoiditis o bronquitis. La persistencia de síntomas por más de una semana o la reaparición de fiebre, presencia de dolor de oídos o secreción por el conducto auditivo debe hacer sospechar una complicación de este tipo.

La prevención depende del lavado frecuente de manos, medidas higiénicas adecuadas en salas cunas, jardines infantiles, colegios y en la casa; y evitando enfriamientos.

Actualmente no existe vacuna eficaz por la gran cantidad de virus involucrados (se han descrito más de 100 cepas de rinovirus diferentes).

Tratamiento: solo ayuda a disminuir las molestias y consiste en:

• Reposo si hay fiebre.

• No fumar.

• Tomar abundantes líquidos (los calientes ayudan al confort).

• Aseo nasal frecuente con suero fisiológico para facilitar la respiración.

• En niños pequeños elevar con almohadones la cabecera de la cama (30º).

• Procurar un ambiente húmedo (uso de vaporizadores).

• Bajar la temperatura corporal y calmar el dolor (si es necesario, con medicamentos recetados por el médico).

Típicas durante el invierno

VIVIR MÁS, LAS CONDES

Amigdalitis, faringitis, otitis, bronquitis… Si bien los virus clásicos del invierno están presentes durante todo el año, es en esta época cuando se producen verdaderos brotes de enfermedades infecciosas, debido a la mayor aglomeración de personas en lugares cerrados y a la falta de ventilación adecuada en espacios públicos y dentro de la misma casa.

Junto a la doctora Francisca Larach, otorrinolaringóloga de Clínica Las Condes, se analiza las infecciones más habituales de las vías respiratorias, con sus respectivas manifestaciones y tratamientos.

Conocerlas e identificarlas bien nos permite saber cómo podemos tratarlas en la casa y cuándo debemos consultar a un especialista.

TRATAMIENTO

Para tratar las enfermedades de invierno:

Con algunos matices de diferencia entre uno y otro cuadro, el tratamiento base para las “itis” de invierno se basa en…

•Reposo en domicilio.

•No fumar.

•Estar en un ambiente húmedo (vaporizador), pues los ambientes secos aumentan la tos.

•Beber abundantes líquidos, pues ablandan las flemas y facilitan la expectoración.

•Desobstruir la nariz: en los niños pequeños esto se puede hacer poniendo gotitas de suero en las fosas nasales, para aspirar luego con una pera de goma.

•Tomar duchas calientes para favorecer la expectoración.

•Bajar la temperatura corporal y calmar el dolor (si es necesario, con medicamentos recetados por el médico).

•Antibióticos y/o descongestionantes si se requiere y son indicados por el médico.

VIRUS RESPIRATORIO

En niños mayores y adultos puede pasar desapercibido o como un resfrío más. No así en los lactantes y niños menores de 2 años donde, debido a las características anatómicas de la vía aérea (más pequeña), el Virus Respiratorio Sincicial (VRS) se convierte en la principal causa de bronquitis, neumonía, bronconeumonía y bronquiolitis.

Síntomas: en recién nacidos, particularmente en bebés prematuros, los síntomas respiratorios pueden ser escasos y en ellos las principales manifestaciones son decaimiento, irritabilidad y rechazo de la alimentación.

Complicaciones: en los casos más serios y en niños con enfermedad pulmonar crónica o cardiopatías congénitas, frecuentemente se requiere hospitalización debido a insuficiencia respiratoria. Otro grupo de riesgo son las personas de la tercera edad, en los que el VRS puede ser causa de bronquitis, neumonitis o neumonía.

Tratamiento: el tratamiento de la infección por VRS es sintomático, es decir, consiste en bajar la fiebre, mantener bien hidratado, lavados nasales frecuentes y aspiración de secreciones. Son muy útiles la posición semisentada (para facilitar la respiración) y la kinesioterapia para movilizar las secreciones en los bronquios y evitar las complicaciones.

DOLOROSA OTITIS BACTERIANA

Infección del oído medio, generalmente causada por bacterias. Es la infección bacteriana más frecuente en la infancia (sobre todo en menores de seis años) y debe diagnosticarse y tratarse a tiempo, para proteger el correcto funcionamiento del oído.

Los síntomas que deben llevar a consultar son:

• Fiebre.

• Dolor de oído y sensación detener el oído “ocupado”.

• Disminución de la audición.

• Náuseas, vómitos y, en ocasiones, diarrea.

• En lactantes pequeños, llanto como expresión de dolor, irritabilidad, dificultad para dormir, rechazo de la lactancia y tocarse los oídos.

Los síntomas en general se dan en un solo oído. Es frecuente que aparezca una otitis después de haber padecido una infección respiratoria alta o durante ella, dado que los gérmenes pasan al oído a través de un canal (trompa de Eustaquio) que conecta al oído con la garganta.

El diagnóstico puede ser realizado por el pediatra o por el otorrinolaringólogo a través de la observación directa de los tímpanos por otoscopia o a través de un otomicroscopio.

Amigdalitis, una infección

Es una infección de la garganta y amígdalas causada por una bacteria llamada estreptococo. Es más común en niños de 5 a 13 años, pero se ve también en adultos. Debe ser diagnosticada y tratada correctamente para evitar complicaciones como la fiebre reumática y la glomerulonefritis.

Los síntomas son:

• Dolor de garganta intenso (sobre todo al tragar), de inicio brusco.

• Fiebre, que puede ser muy alta, muchas veces con calofríos.

• Ausencia de mucosidad nasal, lo que la diferencia de las rinofaringitis virales.

• Pérdida de apetito y dolor de cabeza.

• Amígdalas muy rojas, con placas de secreción blanquecina.

• Agrandamiento de ganglios en el cuello.

El diagnóstico se hace por el aspecto de la garganta y el cuadro clínico. La confirmación ideal es por un test rápido o un cultivo del exudado faríngeo. Si el diagnóstico es muy sugerente por el examen del paciente, el médico puede empezar el tratamiento.

De tratarse correctamente, la infección desaparece en 10 días, aunque la mayor parte de los pacientes mejora luego de dos o tres días de iniciado el tratamiento antibiótico.

La molesta bronquitis y la sinusitis

Ocurre cuando los bronquios se inflaman y producen mucha mucosidad. Por lo general es causada por una infección viral y menos frecuentemente por bacterias. Suele aparecer en la evolución de una rinofaringitis. El hábito de fumar y la alergia favorecen su presentación.

Los síntomas que deben llevar a consultar son:

• Tos intensa seca, a la que se agrega mucosidad blanca o amarilla después de tres o cuatro días.

• Dolor o ardor en el centro del tórax.

• Debilidad.

• Silbidos del pecho al respirar.

• Fiebre (más frecuente en los niños).

• Sensación de fatiga.

La bronquitis dura 10 a 15 días en las personas sanas, pero la tos puede persistir más tiempo.

SINUSITIS

Es la inflamación de unas cavidades que rodean la nariz y los ojos, que se infectan, bloquean y llenan de líquido. Muchas veces aparece después de un resfrío común o una gripe, aunque las alergias también pueden provocarla. Diferenciar un resfrío común de una sinusitis no siempre es fácil.

Los síntomas que deben llevar a consultar son:

• Resfrío persistente y congestión nasal.

• Dolor o presión en la cara.

• Mucosidad nasal amarilla o verdosa.

• Descarga posterior de secreción nasal de mal sabor hacia la garganta.

• Pérdida del olfato.

• Fiebre (no siempre) y dolor de cabeza.

• Malestar general.

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