La prueba de Elisa, es un examen muy sensible, donde se detecta pequeñas cantidades de anticuerpos, que genera el organismo frente a la presencia del VIH. La prueba de Elisa es un análisis de laboratorio principal, que inicialmente se desarrolla en los primeros años de la epidemia del VIH.
Actualmente se la utiliza en grupos de población de riesgo para diagnosticar el VIH de cada persona.
La prueba de Elisa es altamente sensible y específica, además de su confiabilidad, es necesario confirmar el resultado con la prueba de Western Blot, análisis que se desarrolla para la detección del VIH.
La prueba rápida técnicas que se basan en una reacción de antígeno – anticuerpo, han facilitado de manera importante en el diagnostico del VIH, que se entrega casi de inmediato, muchas personas acuden a efectuarse esta prueba por lo sencillo y entrega rápida de los resultados.
El test de Western Blot, es la prueba de confirmación de un resultado reactivo (positivo) para el VIH, es el confirmatorio de una prueba de Elisa o de la prueba rápida.
Pero también se puede presentar cuando se efectúa la prueba y que este puede ser no reactivo o sea (negativo), en este caso es indeterminado porque el virus no es lo suficientemente grande como para que en los anticuerpos que produce el organismo y sea detectada por la prueba de Western Blot (periodo de ventana) fase donde el individuo que ha adquirido el VIH, en su organismo no ha desarrollado suficientes anticuerpos para ser detectados por las pruebas de diagnóstico, lo que significa que el resultado puede ser negativo, será necesario un compás de espera para repetir la prueba y confirmar la negatividad.
El temor que se siente cuando se es sospechoso, no debe incidir en el estado de ánimo de la persona, mas al contrario enfrentar y hacerse las pruebas necesarias, determinando de esta manera un tratamiento oportuno que ayude en la salud y la salud de otras personas.
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