En qué afecta el mal. El profesional explica que esta enfermedad afecta principalmente a los músculos del colon, esófago y el corazón. Dejando a estos vulnerables y con menos función. En este sentido, por un lado debe existir un buen tratamiento y, por otro, una dietoterapia, que ayude al paciente a sobrellevar la enfermedad, dice. López enfatiza en alimentos que no deben faltar en la dieta y de los que se tiene que prescindir, ya que evitan el buen funcionamiento de algunos órganos en específico.
Estreñimiento. El colon es uno de los más vulnerables al mal de Chagas. "Cuando existe una mala alimentación se manifiesta en el estreñimiento ", indica. El profesional recomienda que para evitar este cuadro, las personas deben consumir suficientes fibras solubles e insolubles. Componentes que se encuentran en el frejol, especialmente los porotos. Estos componentes producen fermento en el organismo, mejorando la funcionalidad del colon. Además, recomienda vegetales frescos y bastante agua.
Lo prohibido. Los ancianos con Chagas -enfatiza López- deben excluir las bebidas alcohólicas, las comidas con exceso de sal y muchas calorías. Asimismo, las grasas de origen animal y las cocidas. Es así que las frituras son dañinas para un paciente con esta patología. De lo contrario, puede ocasionar problemas en el corazón, en el trasto digestivo, en cuadros de diabetes y patologías renales. Así también, el calcio como la fibra es importante, puesto que cumple una función depurativa en el sistema digestivo. El médico destaca que el tratamiento de cada paciente es único. Sin embargo, indica el especialista, entre las reglas generales, los afectados deben consumir la mínima cantidad de azúcar y en porciones pequeñas. El profesional describe (ver recuadros) una dieta que contiene ingredientes propicios para una persona con el mal del Chagas.
Dieta
1 Por la mañanas. La avena (instantánea o cruda) es importante, puede tomarla preparada con agua o leche descremada. En cualquiera de los preparados, agregue poca azúcar. A media mañana puede comer cualquier fruta, menos el plátano.
2 Para el almuerzo. Una sopa de verduras que contenga acelgas, espinacas, cebollas o la verdura de su preferencia. En el segundo plato no debe faltar el frejol o cereales, ya sea el arroz, trigo, fideo, quinua, mote (mejor si son integrales) o, en su defecto, papas con cáscara o chuño. Además de su pedacito de carne o pollo.
3 Para las tardes. A media tarde puede consumir una ensalada de frutas o si en la mañana no consumió avena, también puede hacerlo. Y en la noche una sopa o un segundo que sea a base de vegetales. Es importante que a esta hora disminuya los carbohidratos y aumente las verduras.
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