Femenina conversó sobre el tema con dos especialistas, el ginecólogo de Cies Fernando Álvarez y el urólogo Roberto Mantilla, quienes hablaron acerca del origen, causas, diagnóstico, tipos, tratamientos y prevención de esta dificultad que afecta a la mujer en particular.
De acuerdo con el doctor Fernando Álvarez este problema se presenta en la etapa de gestación. Uno de los tipos de incontinencia urinaria es la de esfuerzo caracterizada por la pérdida involuntaria de orina que se presenta durante el embarazo y el postparto.
“A nivel mundial cerca del 58 por ciento de las mujeres embarazadas pueden tener incontinencia urinaria, a partir de la segunda mitad de gestación cuando el volumen uterino aumenta por el tamaño del bebé se registra una mayor pérdida de orina”, explicó Álvarez.
El ginecólogo agrega que una de las causas de pérdida de orina, se debe a la hormona gonadotrofina coriónica humana que se produce en el embarazo por el embrión en desarrollo, es la responsable de condicionar que el músculo detrusor no ejerza la suficiente presión para retener la orina y exista una pérdida involuntaria a medianos esfuerzos como toser, reír o caminar.
“El aumento de la presión intraabdominal, como el útero que está ocupado por el bebé y desplaza la masa intestinal esto genera una mayor presión en la cavidad abdominal que sumada a la condición de estreñimiento que incrementa la presión abdominal provocan la pérdida involuntaria de orina”, expresó el especialista.
Durante el nacimiento normal se produce un debilitamiento de los músculos del piso pélvico que son los que a futuro provocan el problema de descenso de vejiga y el molesto problema de incontinencia urinaria.
“En resumen las causas principales que condicionan la incontinencia urinaria femenina son: un parto normal prolongado, tener múltiples partos, el uso de fórceps para sacar al bebé de la cavidad vaginal, bebés con más de 4 kilos de peso, el estreñimiento y la obesidad entre los más importantes”, mencionó Álvarez.
La recomendación del especialista es tomar en cuenta que la edad adecuada para tener un parto normal es hasta los 35 años y que a partir de los 36 años en el caso del primer bebé se debe considerar la posibilidad de practicar una cesárea esto con el propósito de prevenir el problema de incontinencia urinaria.
LA UROLOGÍA
“La incontinencia urinaria es la pérdida de orina que se produce cuando el paciente realiza algún esfuerzo al toser, reír, levantar peso o cambiar de posición que altera la calidad de vida de quien la padece. En principio a grandes esfuerzos y luego a pequeños de manera progresiva”, explicó Roberto Mantilla.
El urólogo señala cuáles son las principales formas de diagnóstico: en primera instancia es mediante el interrogatorio a la persona para determinar en qué ocasiones se presenta el problema. El segundo paso es un examen físico que en un 60 a 70 por ciento detecta el problema del descenso de vejiga. Otro examen más directo es el ultrasonido transrectal que determinará el debilitamiento del suelo pélvico.
“Las principales causas de incontinencia urinaria son: multiparidad que son mujeres que hayan tenido más de dos o tres hijos por parto normal, bebés que nacen con más de 4 kilos que desgarran el suelo pélvico y en mujeres mayores a los 40 años de edad por el problema de la menopausia que provocan el hipoestrogenismo”, expresó Mantilla.
Existen tres tipos de incontinencia urinaria: de esfuerzo, urgencia y mixta. La primera consiste en un descenso morfológico del suelo pélvico en la cual al toser, reír o levantar peso se pierde orina. La segunda se produce por una inestabilidad en el detrusor que se manifiesta por la imperiosa necesidad de ir al baño y a medio camino se sale la orina. Y el último se presenta como una combinación de las dos anteriores.
TRATAMIENTOS
Ambos especialistas coinciden en los tratamientos existentes dependiendo del tipo de incontinencia que se trate, se verá la mejor solución para cada caso tomando en cuenta el diagnóstico preciso para determinar si se practica una terapia por medicamentos o quirúrgica que estará acompañada con ejercicios de Kegel.
“Los ejercicios de Kegel ayudan a devolver la tonicidad al suelo pélvico que consisten en retener la orina durante 20 segundos y relajar por 10 segundos, en periodos de 20 minutos hasta eliminar el contenido de la vejiga que pueden realizarse por la mañana, tarde y noche”, explicó Mantilla.
Otra de las alternativas que plantea el urólogo es la fisioterapia con la aplicación de la electroterapia que estimula el suelo perineal, consiste en colocar pequeños electrodos en el tracto vaginal que generan contracciones que mejorarían la elasticidad muscular.
“La urodinamia permite realizar un diagnóstico preciso para conocer si la paciente es candidata o no a una cirugía uroginecológica. Esta última consiste en colocar una malla de polipropileno que suspenda la vejiga y de un mayor sostén a la uretra”, explicó el doctor Fernando Alvarez.
La cirugía en el caso de personas diabéticas está contraindicada, por esta razón se utilizará fármacos para su tratamiento respectivo, mismos que contribuyan a mejorar la micción de la orina.
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