El Virus del Papiloma Humano (VPH) generalmente se contrae a través de las relaciones sexuales y en la mayoría de los casos el contagio pasa inadvertido. Este contagio puede ser a nivel vaginal, anal e incluso a nivel oral y de faringe. Cabe mencionar que este virus se ha encontrado en personas monógamas, aunque en aquellos que han tenido o tienen diferentes parejas, el riesgo sí se incrementa, dice Manuel Monroy, pediatra especialista en Cuidados Intensivos de Medicorp y decano de la Facultad de Medicina de la UMSS.
En Estados Unidos que existen estadísticas se estima que más de 70 millones de personas han tenido contacto en algún momento con el Virus del Papiloma Humano. La mayoría de las infecciones por VPH no presenta síntomas y desaparecen por sí solos, pero en otros casos puede derivar en cáncer cervicouterino en mujeres. El cáncer de cérvix es la segunda causa de muerte por cáncer entre mujeres alrededor del mundo.
El VPH también está asociado con otros cánceres como el anal y de orofaringe tanto en hombres como en mujeres. El Virus del Papiloma Humano también puede causar verrugas genitales y en la garganta.
Existen otros factores que complican la situación como la obesidad, el exceso de alcohol y cigarro o la presencia de algún otro tipo de enfermedad de transmisión sexual, dice el especialista.
PREVENIR ANTES QUE NADA
El contagio del Virus del Papiloma Humano es un tema que amerita mucha importancia y lo mejor es definitivamente la prevención. Sin duda alguna, utilizar condón reduce enormemente las posibilidades de contagio, se debe ser realista con esta situación, ya que este tipo de preservativo es utilizado, en la mayoría de los casos, más para evitar embarazos por lo que no siempre es usado en la actividad sexual.
“Lo primero es la prevención y la verdad es que el condón es muy limitante porque no se utiliza todo el tiempo, por ello la vacuna es la mejor opción”, asegura Monroy.
Recuerde que la vacunación no es un sustituto de los estudios de detección de cáncer cervical, por lo que las mujeres deben seguir haciéndose exámenes de rutina.
Una inspección visual realizada por un ginecólogo puede detectar verrugas y otros crecimientos anormales y el Papanicolau ayuda a detectar células anormales que podrían degenerar en cancerosas.
SOBRE LA VACUNA
Según el especialista, existen dos marcas de vacunas que se han producido a nivel mundial contra el VPH. Ambas tienen la misma efectividad y están aprobadas por el Instituto Americano de Salud y por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC/ por sus siglas en inglés).
En Bolivia se cuenta con una de ellas: el Gardasil, vacuna contra los tipos 6, 11, 16 y 18 del Virus del Papiloma Humano.
“En Estados Unidos cien millones de dosis ya han sido administradas tanto a hombres como mujeres. Esta vacuna está dentro de las más seguras y tiene para 4 cepas, la 16 y 18 son las más asociadas al cáncer”, dice Monroy.
Cabe mencionar que la vacuna debería ser aplicada en ambos sexos. En niñas y mujeres se recomienda vacunar a partir de los 11 años hasta los 26 y se debe tratar de aplicar las tres dosis en el término de seis meses. Preferentemente cuanto antes se la administre mejor.
“Es ideal aplicarla antes de la edad fértil de la mujer y en varones desde los 9 años. Los hombres son más asintomáticos que las mujeres pero pueden ser portadores y transmitir el virus, dice Monroy”.
Otro tema que se debe tomar en cuenta a la hora de pensar en esta vacuna es que en hombres, no sólo radica la importancia por ser portadores o transmisores, sino porque en parejas homosexuales puede derivar en cáncer anal.
En torno a las vacunas contra el VPH se ha generado todo tipo de controversias que van desde sus efectos colaterales, que según el especialista son los mismos que otras vacunas traen consigo como: dolor localizado, miedo a las inyecciones y el riesgo mínimo que toda vacuna tiene, a otras como que al aplicarla se está dando luz verde a adolescentes y/o mujeres a la promiscuidad, cuando en realidad no tiene nada que ver, ya que como se mencionó antes, puede darse en personas monógamas.
“En realidad se trata de un seguro de vida y de salud que aunque no se ve se está previniendo en caso de contagio que derive en uno de los cánceres más comunes y que causan más muertes en mujeres o la aparición de verrugas.
“El no vacunar contra el Virus del Papiloma Humano, pienso que es más un tema de ignorancia. Pese a que no está incluida en el plan nacional de vacunación, es una responsabilidad familiar y aunque es un costo elevado, vale la pena invertir en ello”, asevera el
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