El eucalipto: una planta con propiedades medicinales para problemas de resfríos

El eucalipto, conocido en nuestra región como una de las plantas medicinales para los problemas de resfríos, continúa siendo uno de los remedios más cotizados en la época de invierno, por lograr el alivio de varias molestias ocasionadas por el resfrío.

Las hojas de eucalipto, tienen una serie de propiedades que son utilizadas para aliviar una serie de problemas de salud como resfríos, bronquitis, asma, tos, anginas de pecho, al tomar infusiones con moderación pues al ser cálido tiene también reacciones negativas.

Para el tratamiento contra la bronconeumonía, y otras afecciones de los bronquios es recomendable realizar el cocimiento de hojas de eucalipto y romero mezclados con mentisan, al empezar a hervir se debe acercar el rostro con mucho cuidado al recipiente donde fueron colocadas las hojas y recibir por el sentido del olfato los vapores que emanan de la planta.

Los problemas de afecciones de garganta se preparan con diez gramos de hojas frescas por cada litro de agua, dando un hervor; con dicha preparación se hace gárgaras aunque también sirve para desinfectar la boca.

Para la bronquitis, tos y pulmonía, se hace evaporaciones con hojas de eucalipto en las habitaciones de los enfermos, para lograr la preparación se hace hervir tres litros de agua, añadiendo cien hojas de eucalipto, renovándolas cuando hayan perdido su aroma. Los problemas de reumatismo crónico pueden ser aliviados con el baño caliente de agua con hojas de eucalipto sobre la parte afectada, de forma continua genera una alivio rápido y efectivo.

Los dolores ocasionados por las varices pueden ser aliviados con el uso de esta planta por lo que es recomendable mezclar hojas de eucalipto y la misma cantidad de hojas de nogal, hervirlos y luego aplicar las hojas a manera de emplastos sobre el área afectada, esto sin duda calmará el dolor y disminuirá la inflamación.

Las personas que sufren de tos, un problema molestoso que a todos nos sucede, deben tomar un puñado de eucalipto con llantén y tomillo, es decir el montón que se coge con los dedos de las manos, se calienta las hierbas en una taza de agua además con jugo de limón, se deja reposar, se cuela, se endulza con miel de abejas y se toma al levantarse y acostarse.