Ante esa realidad y el incumplimiento ciudadano a un decreto reglamentario vigente, en el Senado se promueve una ley antitabaco que endurece sanciones y prohíbe fumar en todo ambiente público, además de restricciones de auspicio y publicidad con cigarrillos.
El proyectista de la medida legal, el senador de Convergencia Nacional (CN) Bernard Gutiérrez explicó los alcances y justificaciones de este proyecto que se considerará en la Comisión de Política Social, Educación y Salud.
Bolivia tiene una ley que ratifica un Convenio Marco para el control del tabaco, que fue reglamentado por decreto y que lamentablemente no se cumple. Gutiérrez señaló que se pretende tener una nueva medida legal, una de las más rigurosas de Latinoamérica, con pleno cumplimiento.
El proyecto de ley plantea regular la publicidad, promoción y consumo humano de los productos elaborados con tabaco para fines de prevención.
En Bolivia cada año fallecen 2.555 personas según el informe La epidemia del tabaquismo y su control en Bolivia.
LEYES El país está suscrito al convenio internacional de control del tabaco y cuenta con la Ley 3029, del 22 de abril de 2005, que tiene su reglamentación a través del DS 29376, del 12 de diciembre de 2007, para el control del consumo del tabaco.
En la actualidad, sólo se cumple con la inserción de pictogramas en las cajetillas, que muestran los daños del consumo de tabaco, como el cáncer y deterioro de órganos, reconocieron en el Ministerio de Salud.
El proyecto de ley de siete capítulos y 16 artículos tiene la finalidad de “regular la publicidad, promoción y consumo humano de los productos elaborados con tabaco para fines de prevención”.
El senador Gutiérrez dijo que el objetivo central es regular y prevenir el consumo de los productos elaborados con tabaco en el país.
Entre los aspectos fundamentales de la normativa, está la prohibición de realizar el auspicio de todo tipo de actividad por parte de las empresas tabacaleras, ya sea de entretenimiento, diversión o cualquier otro. Está también la prohibición de ofrecer cualquier tipo de compensación por la compra de productos elaborados con tabaco, como ser la donación o el derecho a participar en un juego, sorteo o concurso.
Asimismo, se establece la prohibición de la venta de productos elaborados con tabaco en un perímetro de 100 metros alrededor de recintos escolares, así como también la prohibición de vender cigarrillos de manera unitaria.
En cuanto a los lugares en los que no está permitido fumar están todos los espacios cerrados que sean accesibles al público, galerías, tribunas y canchas de los estadios, en los hoteles, pubs, karaokes, restaurantes, discotecas, lenocinios y casas de juego.
Además se prohíbe fumar en centros de atención o de prestación de servicios abiertos al público en general, hoteles, hostales, residenciales, alojamientos o cualquier tipo de instalación que brinde el servicio de hospedaje, incluidas las habitaciones de los mismos.
Tampoco se permitirá fumar en cualquier otro espacio cerrado destinado al acceso de público, en forma libre o restringida, pagada o gratuita, medios de transporte público de pasajeros, estaciones y terminales de transporte. Estará proscrito fumar en recintos donde se expenda cualquier tipo de combustibles, lugares en que se fabriquen, procesen, depositen o manipulen explosivos, materiales inflamables y medicamentos o alimentos, dependencias de órganos del Estado.
En caso de infringir la norma, hay sanciones tanto para el consumidor como para quien comercialice productos hechos con tabaco, mismas que van desde sanciones pecuniarias hasta clausura de recintos.
Población consumidora es de 30 por ciento
En Bolivia existen casi tres millones de fumadores, lo que representa el 30 por ciento de la población total. Tres de cada diez fumadores tienen menos de 17 años, según el informe de 2012 denominado “La epidemia del tabaquismo y su control en Bolivia” del Ministerio de Salud.
El senador de Convergencia Nacional (CN) Bernard Gutiérrez manifestó que es preocupante que el 30 por ciento de la población que fuma sea menor de 17 años.
“Este dato debe alarmarnos porque indica que nuestro estado de salud no es el óptimo”, indicó.
El consumo de tabaco tiene muchas consecuencias en los dos principales sistemas, el cardiovascular y el pulmonar, que producen enfermedades de consecuencias fatales, manifestó el senador en sus justificaciones para que su proyecto de ley sea aprobado.
Además criticó que las empresas tabacaleras, a través del marketing, orientan sus campañas a los niños y adolescentes más que a los adultos.
Adelantó que la dinámica del proyecto de ley es lograr un país con ambientes 100 por ciento libres de humo de tabaco.
Lamentó que Bolivia sea uno de los pocos países de la región donde no se cumple con los acuerdos internacionales antitabaco, pese a la existencia de un decreto supremo. Advirtió que los jóvenes están expuestos a los efectos letales del cigarrillo.
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