UNA SUGERENCIA PARA CUIDAR SU PRESIÓN Basta (y sobra) un vaso de soda a la semana

Agua. Nada la supera. Beba dos litros al día. Las sodas frenan el cerebro

Es posible olvidar todos los argumentos científicos descritos en esta nota, que se justifica por un solo consejo de oro: nada supera al agua para depurar el organismo, ayudar a mantener la dentadura libre de caries, mejorar el aspecto de la piel y hasta ayudar a pensar.

Por otro lado, quienes consumen soda tienen en el cuerpo cantidades excesivas de azúcar, que, según un estudio de la Universidad de California, reduce la producción de un químico cerebral llamado factor neurotrópico derivado del cerebro (BDNF en inglés). Sin este factor, nuestro cerebro no puede formar recuerdos nuevos y tampoco podemos aprender o recordar muchos detalles.



Obesidad

La nutricionista Claudia Molina advierte que cada vaso de soda contiene demasiadas calorías. “Dos vasos equivalen a comer un bife con ensalada y una porción de papa o arroz”, compara. En su criterio, la obesidad no es causada por la comida, sino por las bebidas con azúcar y los jugos industrializados. “La comida procesada naturalmente al horno o a la plancha, no engorda, alimenta”, explica. “Todo lo procesado se transforma y se almacena directamente en grasa”.

Más que conveniente, es necesario sustituir la soda por agua y jugo de frutas naturales, pero sin agregarles azúcar. La experta sugiere aprender a sentir los sabores naturales de los alimentos.

El agua es un factor determinante para evitar la ansiedad. “A veces las personas tienen deseos de comer, se antojan de varias cosas y comienzan a salivar. Eso no es hambre, sino ansiedad por sed. Al tomar agua la ansiedad desaparece y se deja de salivar”, explica.

Un vaso de soda a la semana es suficiente; ninguno, ideal. Utilizar las gaseosas como fuente de hidratación es un error que perjudica a varios órganos del cuerpo.



Cuide su corazón y evite las ‘piedras’

Hoy es el Día Mundial de la Salud. Su tema principal es la presión alta, el mayor asesino del mundo. En todas partes abundarán las juiciosas recomendaciones de disminuir la sal. Está bien. Pero hay que recordar que las investigaciones más recientes han demostrado la estrecha relación entre la soda y la enfermedad cardiaca. Un estudio de Harvard encontró que el consumo diario de un vaso de sodacorrespondía a un aumento del 19% de riesgo de enfermedad cardiovascular. El ácido fosfórico de las bebidas de cola estimula la aparición de cálculos renales. Dos vasos de soda duplican el riesgo de tener problemas renales.