Ahora a sus 68 años, dice que el cigarro se ha convertido en parte “vital” de su vida y que cada día consume hasta dos cajetillas. “Nunca he tenido problemas de salud por fumar y cuando lo hago me siento bien”, dice y sonríe mientras se consume el cigarrillo en sus dedos. Pero la afirmación de Orlando Soliz sobre su salud contrasta con sus rasgos físicos y su forma de ser. A simple vista luce delgado, tiene arrugas, mal aliento, ojos amarillentos, una piel curtida y una voz ronca, tal vez son males propios de su edad o de los efectos causados por su adicción al tabaco durante más de 50 años.
Santa Cruz es el departamento con más fumadores. Lo cierto es que Orlando Soliz, es una de las personas que engrosa la lista de hombres y mujeres adictos al tabaco. De acuerdo a datos divulgados por el Programa de Salud Mental del Servicio Departamental de Salud (Sedes), de los 4 millones de habitantes censados en 2012 en Santa Cruz, estiman que el 30% de la población, vale decir 1.200.000 personas, son las que consumen tabaco. Haciendo una analogía entre el número de habitantes y la cantidad de consumidores de tabaco, se podría decir que tres de cada 10 habitantes fuma en la capital oriental del país. La relación a nivel nacional es similar. Según información de la Organización Mundial de Salud (OMS), en Bolivia el 30% de la población es adicta al tabaco. De los 9.930.000 de habitantes censados en 2010, el 42% de varones adultos son fumadores y el 18% son mujeres. En relación a los jóvenes, el 25% son hombres y el 17%, mujeres.
Preocupa el incremento de mujeres fumadoras. Aunque la cantidad de varones fumadores es más alta, la tendencia de los últimos años es el número de mujeres y de menores de edad que ha ido en aumento. “Cada vez hay más mujeres que fuman y jóvenes que empiezan a los 14 años”, comenta la doctora Tapia y señala que una de las causas es la publicidad de las compañías dirigida a los grupos más vulnerables, los más jóvenes y las mujeres. La versión de la doctora Tapia se sustenta en los datos del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin) y en los estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Entre las mujeres, el incremento del consumo del tabaco subió de un 14,3% en 1992 a un 17,20% en 2010. Mientras que entre los fumadores varones el porcentaje bajó de un 38,2% en 1992 a un 37,35% en 2010.
Ven poco avance e incumplimiento de la Ley del Tabaco. Desde la promulgación de la Ley de Control del Tabaco 3029, el 22 de abril del 2005, se ha avanzado muy poco en el desarrollo de los componentes de la norma en educación, comercialización y consumo. A esa conclusión llegaron, Patricia Tapia, responsable de Salud Mental del Sedes, y Luis Enrique Aguilera, presidente del Comité Departamental del Control del Tabaco. Sin embargo, Tapia aclara que en algunas áreas están mejor que en otras, y cita como avance las advertencias sanitarias impresas en las cajetillas de cigarrillos que se comercializan en las tiendas. Con respecto a la prohibición de la publicidad, Aguilera señala también que se ha avanzado parcialmente.
Según dijo, las compañías se dan formas para hacer publicidad indirecta con lo avanzado pero muy poco porque todavía existen vallas publicitarias que promocionan cigarrillos en la ciudad. Por ejemplo, por el segundo anillo y avenida Grigotá, zona de la Ramada, la mayoría de los puestos hacen descuentos o venden de dos cajetillas por una. “La Ley 3029 es progresista en la lucha contra el tabaco, sin embargo, su aplicación tiene una enorme debilidad, porque las instancias que deben hacerla cumplir se diluyen en el tema de descentralización”, dijo el viceministro de Salud, Martín Maturano. La autoridad aseguró que se ha avanzado con la implementación de los pictogramas en las cajetillas de cigarrillos para que el fumador se sensibilice y además conozca cómo el tabaco afecta su salud, pero no hay otras medidas de control ni sanciones.
Todavía consumen en ambientes públicos y cerrados. Pese a la prohibición de fumar en ambientes públicos y cerrados la situación sigue casi igual en la sociedad. Según constató El Día, en Santa Cruz, todavía se fuma en oficinas de instituciones públicas, como la Alcaldía y la Gobernación cruceña, así como también en unidades educativas, universidades, hospitales y terminales aéreas y terrestres. Similar situación se vive en ambientes cerrados, como cines, restaurantes y boliches. Justamente por esta razón, el municipio de Santa Cruz de la Sierra, a través del Concejo Municipal, está elaborando una Ordenanza en la que se establezcan las sanciones y controles, basados en la Ley de Control del Tabaco, explica Abelardo Roca, uno de los representantes de la Alcaldía.
Conforman el primer Comité de Control del Tabaco. Para iniciar un proceso de socialización de la Ley del Tabaco y una campaña de prevención, se ha conformado un Comité Departamental del Control del Tabaco, integrado por la Gobernación, la Alcaldía, el Colegio Médico, la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM). En febrero de este año fue aprobada su reglamento y su directiva y se ha empezado a trabajar. Para bajar los índices de consumo de tabaco, según el titular del Comité, Luis Enrique Aguilera, hay que incrementar el precio a los cigarrillos y los impuestos. Y esos recursos tienen que estar destinados para ayudar a rehabilitarse a los fumadores. Otra de las acciones, según dijo, debe ser la prohibición y sanción de fumar en ambientes cerrados. “Lamentablemente estas estrategias las cumplimos a medias”, explicó. Tapia y Aguilera coinciden en señalar que en Santa Cruz y en el resto del país urge un centro especializado de rehabilitación para fumadores.
Para saber: Enfermedades que se asocian al tabaco
Cáncer
El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en la población fumadora es de 5 a 20 veces mayor que en sujetos no fumadores. El consumo de tabaco también incrementa el riesgo de otros tumores como ser laringe, lengua, glándulas salivales, labio, boca y faringe, esófago, vejiga, riñón, cuello uterino, mama, páncreas y colon.
Cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en la provincia de Buenos Aires (35%), siendo la enfermedad coronaria la más frecuente.
Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc)
La EPOC comprende dos grandes grupos de enfermedad pulmonar: la bronquitis crónica y el enfisema. El desarrollo de EPOC aumenta con la edad, existiendo también una dramática asociación con el tabaquismo, de modo que los fumadores tienen más alta prevalencia, mortalidad y pérdida de la función pulmonar, dependiente de la cantidad fumada.
Fuente: Ministerio de Salud
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