Existen varios tipos. De acuerdo al especialista en neurorehabilitación y Kinesiología de la clínica física "Good Center", Juan Carlos Taborga, esta patología se puede presentar en tres tipos; la estructural, que es de carácter definitivo o no corregible voluntariamente por el paciente, la idiopática que se normaliza espontáneamente y la de actitud que se corrige de forma voluntaria.
Cuidados. Según la gravedad estas se calsifican en tres grupos; las leves, que presentan una curvatura menor a 25 grados. Mientras que la moderada es de 25 a 50 grados y la grave o severa que se manifesta en una curvatura mayor a 50 grados (aquí se tiene una deformidad). "En una primera etapa se presenta en forma de c y mientras se va agravando se convierte en una s", ejemplifica el también gerente general de Good Center. Enfatiza que entre los cuidados a tener están adquirir una postura correcta al sentarse, tanto al escribir, al leer, al comer o simplemente cuando está sentado. Mientras para las personas que ya presenten este problema, el especialista recomienda, previo a una consulta, hacer fisioterapia enfatizando la reducación postural global. "No existen medicamentos que curen esta enfermedad", precisa.
Tiene consecuencias. Para Salvador Pertusa Martínez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, estos trastornos empeoran con el crecimiento y pueden producir un aspecto llamativo, causar trastornos funcionales respiratorios o una artrosis degenerativa precoz de la columna, señala el médico en la revista digital "Hola". El experto hace énfasis en el tipo de escoliosis idiopática diciendo que ésta es una de las más frecuentes y que aparece en niños normales. "Afecta sobre todo a adolescentes de once años en adelante. Se manifiesta a menudo por dolor y/o asimetría de la espalda al flexionar el tronco hacia delante, con hombros de distinta altura, asimetría en la longitud de las piernas, es decir, una pierna más larga que la otra y asimetría de los flancos y de la pared del tórax", explica.
Un cinturón para corregir la postura
Los expertos de FIK y Tecnalia han creado Lumbia, un dispositivo que podrá utilizarse para la evaluación del paciente y durante la terapia de reeducación postural. Así, ante una mala postura el cinturón emite una vibración que recuerda al paciente que debe modificarla. Al mismo tiempo, este sensor envía toda la información que recoge a un ordenador para que el terapeuta realice el seguimiento de la patología. De esta forma, Lumbia tiene un doble objetivo. Por un lado, rehabilitar las patologías –como herramienta de evaluación que aporta al terapeuta información fiable– y, por otro, prevenir daños en los pacientes sanos con mayor riesgo de sufrir dolor lumbar –al reeducar la postura. agenciasinc.es.
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