Miastenia. Es una enfermedad poco común, pero muy insidiosa.

Si repentinamente siente una debilidad muscular, no la ignore, puede ser señal de que padece una miastenia. Según el neurocirujano Guelder Salas, es una enfermedad poco común, pero que usualmente va progresando y tiene su período de crisis. El debilitamiento que se presenta de manera más gradual puede relacionarse con varias enfermedades. Sin embargo, cualquiera que sea la causa, perder fuerza puede contribuir a mayor riesgo de sufrir caídas, menos fortaleza ósea y ganancia de peso.

A quiénes afecta. La especialista María del Mar Carreño, en el portal hola.com, explica que la mayoría de los pacientes con miastenia tiene aumentados los restos de la glándula "timo". Entre el 10% y 15% de los pacientes tiene un tumor benigno en general del timo (timoma). Se estima que se da 1 caso por cada 10.000 o 20.000 habitantes. La enfermedad es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad. Las mujeres suelen desarrollar la enfermedad en la segunda o tercera década y los varones más tarde (a los 50 o 60 años). Algunos niños de madres miasténicas pueden presentar debilidad durante los primeros días de vida (miastenia neonatal).

Los síntomas. Los pacientes con miastenia generalizada tienen síntomas oculares y además resultan afectados los músculos de otras partes del cuerpo, como la cara y musculatura bulbar, como consecuencia los pacientes tienen dificultades para masticar, tragar, hablar e incluso sonreír. Cuando es el cuello, a los pacientes les cuesta sostener la cabeza en posición erguida. Si lo padecen en piernas y brazos les cuesta subir las escaleras y mantener los brazos en alto. Cuando es en los músculos respiratorios los pacientes tienen dificultad para respirar cuando hacen ejercicio. Por otra parte, el síntoma más característico de la miastenia gravis es la debilidad que afecta a los músculos voluntarios, por ejemplo los que controlan el movimiento de los ojos o los que sostienen los párpados.