Síntomas. Los más frecuentes del osteosarcoma son el dolor y la inflamación en piernas o brazos, a veces acompañados de la aparición de un bulto. Algunas personas experimentan más dolor por la noche o cuando hacen ejercicio físico. El osteosarcoma afecta a los huesos que hay alrededor de la rodilla, aunque también puede afectar a otros. En algunos casos, el tumor puede extenderse o hacer metástasis (cuando las células se fragmentan y se alejan del lugar original del cáncer, trasladándose a tejidos u órganos diferentes) en los pulmones u otros huesos.
Tratamiento. El tratamiento del osteosarcoma suele incluir la quimioterapia (administración de medicamentos que destruyen las células cancerosas), así como la cirugía para extirpar el tumor. "Se realiza la intervención quirúrgica para amputar la parte afectada y evitar que este cáncer pueda expandirse", explicó Bejan. Este procedimiento se puede realizar cuando el cáncer es detectado a tiempo, antes que llegue a dividir el hueso o esté avanzado. "Lastimosamente cuando la enfermedad no es tratada a tiempo, no tiene cura", resaltó el oncólogo.
Durante la quimioterapia. La mayoría de la gente desarrolla efectos secundarios, como caída del cabello, hemorragias, infecciones y problemas cardíacos o cutáneos, como consecuencia de los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia para tratar el osteosarcoma. "La buena noticia es que la mayoría de los adolescentes que padecen este mal se recupera", señaló Bejan.
Ayuda psicológica. En muchos casos cuando se procede a la amputación de alguna extremidad en adolescentes o niños es aconsejable dar una terapia de apoyo, que tiene el nombre de sistemático. "La familia en general y el paciente para enfrentar la pérdida, puesto que necesita mayor comprensión para superar la enfermedad tanto antes como después de la cirugía", señaló la psicóloga y terapeuta Tusnelda Flores.
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