Infección urinaria. El nefrólogo, Mario Carvallo, explicó que se trata de la primera patología, que puede desencadenar toda una gama de enfermedades. "Aguantarse las ganas de orinar trae consecuencias tanto para el hombre, como para la mujer", afirmó el especialista.
Cálculos en los riñones. "Si eres propenso a cálculos renales y aguantas la orina puede que la situación con respecto a esta enfermedad empeore", afirmó el galeno. Sucede que algunas personas tienden a formar pequeñas piedras en los riñones por cuenta del sodio y cuando aquellas deben ser evacuados por el tracto urinario el dolor es insoportable.
Cistitis. "Que afecta principalmente a las mujeres", afirmó el nefrólogo, explicando que pasa porque se aguanta mucho tiempo la orina, las paredes de la vejiga se inflaman y producen una afección llamada cistitis. Algunas veces los síntomas de la cistitis incluyen dolor pélvico, dolor al orinar y cantidades de orina mínima, lo cual produce que debas visitar con mayor frecuencia el baño.
Ojo con la vejiga. Se estima que una vejiga promedio tiene la capacidad para albergar dos vasos con agua. Por tanto, si vas a consumir los reglamentados dos litros de agua diario, debes tomar en cuenta, que también debes expulsarlos.
Dolores recurrentes. Dolor al orinar, aumentar la ansiedad por orinar, fiebre debido a las bacterias, escalofríos, dolor de estómago, calambres y otros. Por tanto, mientras tengas ganas, aprovecha y busca un baño, puesto que el líquido que eliminas es lo que tu organismo considera que no te sirve.
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