Los deportes de contacto, como el fútbol o el rugby, no se recomiendan a aquellas personas con artrosis. Estas prácticas deportivas son, frecuentemente, uno de los factores que desencadenan la enfermedad. De hecho, muchos futbolistas padecen artrosis de rodilla debido a que sufren daños en una articulación de la rodilla, el menisco.
En caso de padecer el mal, se deben evitar los movimientos que producen dolor, ya sea utilizando preferentemente otras articulaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que se deba tender a la situación de inmovilidad. Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental para fortalecer los músculos
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