Dos estudios importantes concluyeron que las multivitaminas no protegen a los hombres del envejecimiento del cerebro ni ayudan a los sobrevivientes de infartos cardíacos.
Millones de personas en países como Estados Unidos gastan miles de millones de dólares en multivitaminas, supuestamente para fortalecer su salud y llenar vacíos en la dieta.
Pero ¿Se puede alentar a la población, que no come lo suficiente de ciertos nutrientes, a compensarlo con vitaminas?, el gobierno de dicho país no recomienda la ingesta rutinaria de suplementos como forma de prevenir enfermedades crónicas.
Los estudios, publicados hace una semana, son los más recientes que ponen a prueba si las multivitaminas son capaces de compensar ciertas deficiencias en la dieta, y concluyen que no.
"Hay pruebas suficientes para aconsejar contra la suplementación rutinaria de vitaminas", expresó en términos enérgicos un editorial que acompañó las conclusiones del estudio, publicadas el lunes en Annals of Internal Medicine.
Después de todo, la mayoría de las personas que compran multivitaminas y otros suplementos por lo general están saludables, dijo la Dra. Cynthia Mulrow, subdirectora de la publicación. Hasta la comida basura está fortalecida con vitaminas, mientras que el principal problema alimentario en Estados Unidos es exceso de grasa y calorías, agregó.
PRUEBAS SUFICIENTES
Pero otros investigadores dicen que eso no está completamente claro, especialmente en el caso del suplemento dietético más usados: más de una tercera parte de los adultos en Estados Unidos y una proporción incluso mayor de los mayores de 50 años toman multivitaminas.
De hecho, el Equipo Especial de Servicios de Prevención de Estados Unidos estudia si los suplementos vitamínicos marcan alguna diferencia en el riesgo de la persona promedio ante el cáncer o las enfermedades cardíacas.
En un borrador preparado el mes pasado, el grupo asesor del gobierno dijo que en el caso de las multivitaminas normales y ciertos otros nutrientes no hay pruebas suficientes para inclinarse por una respuesta u otra. (Pero sí indicó que dos suplementos individuales, el betacaroteno y la vitamina E no funcionan). Se espera una decisión final para el próximo año.
"Para bien o para mal, los suplementos vitamínicos no van a desaparecer", dijo el Dr. Howard Sesso, del Brigham and Women's Hospital en Boston, quien lidera un estudio sobre multivitaminas que ha tenido resultados poco uniformes: sugiere que tiene pequeños beneficios para algunas enfermedades y dice que hacen falta más investigaciones, especialmente entre las personas menos saludables.
Sin embargo, "no hay sustituto para la promoción de una dieta sana y el comportamiento debido", como hacer ejercicio, advirtió Sesso.
CONSUMO
Según datos de CNN México, más de la mitad de los adultos en Estados Unidos toman algún tipo de multivitamínico; muchos lo hacen con la esperanza de evitar enfermedades cardiacas, cáncer o incluso para mejorar su memoria.
“La industria (de las vitaminas y multivitamínicos) se basa en una anécdota, en la que le dicen a las personas ‘toma esto y te vas a sentir mejor’”, dice el médico Edgar Miller, profesor de medicina y epidemiología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y coautor de la editorial.
“Se ha perpetuado. Pero cuando haces una prueba, no hay evidencia de beneficios a largo plazo. No pueden prevenir la mortalidad, derrames cerebrales o infartos”.
DESNUTRICIÓN
Gladis Block, profesora de nutrición y epidemiología de la Universidad de California Berkeley, ha pasado su vida estudiando el rol de la vitamina C en el riesgo de padecer algunas enfermedades y dice que la mayoría de los estadounidenses está desnutrido. Asegura que la mayoría no tiene una dieta saludable y que por lo tanto no comen las vitaminas y minerales que necesitan.
“Hay siempre una minoría que obtiene un nivel cuestionable de micronutrientes. Así que los multivitamínicos son una apoyo frente a una dieta pobre”.
COMER BIEN
Hemos escuchado hablar mil veces de dieta equilibrada, dieta ideal, dieta sana, comer sano... pero no siempre queda claro qué es exactamente. En principio, cuando se habla de dieta sana, se está hablando de una forma de comer que asegura sobre todo, y ante todo, mantener la salud y que el cuerpo funcione a pleno rendimiento.
Los expertos en nutrición están de acuerdo en que hay una cierta manera general de comer sano que es la más adecuada y que consiste en llevar una dieta equilibrada, es decir, aquella cuyo aporte energético proceda en un 55-60 por ciento de los carbohidratos, un 12-15 por ciento de las proteínas y en un 25-30 por ciento de las grasas.
A partir de esta fórmula las posibilidades son muchas, pero debe quedar claro que los nutrientes más abundantes de la dieta tienen que ser los alimentos ricos en hidratos de carbono, que aportan el máximo de energía, es decir los carbohidratos (pasta, arroz, cereales, papas). Y los que menos las proteínas, es decir, carne, queso, pescado, huevos... (Aunque también se los necesita y no se los debe eliminar en absoluto).
CALORIAS
Serán distintas según el sexo, edad y actividad física pero en general oscilarán entre las 1.800 kcal y las 3.500 kcal por día. No todos necesitan el mismo aporte, por eso las cantidades a la hora de comer sano no son las mismas para todo el mundo, aunque sus bases sí son parecidas. Siempre es necesario acompañar la dieta de una dosis abundante de agua: la cantidad viene marcada por tu sensación de sed pero beber un litro y medio de agua al día es una media adecuada.
Es esencial variar los tipos de alimentos que se come, durante la semana se aconseja alternar como primer plato pasta, arroz, papas, legumbres. Y como segundo carne, pescado, huevos. La grasa más recomendable y sana es el aceite de oliva. Es importantísimo que cada día la dieta contenga vegetales y frutas variadas.
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