La coexistencia de un trastorno adictivo, ya sea a sustancias o a comportamientos como el juego, y de otro trastorno mental, se denomina patología dual. Y la cifra de personas afectadas por ambos trastornos es bien significativa.
En este sentido, Néstor Szerman, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, afirma que "si más del 50% de los casos de enfermedad mental presentan conductas adictivas, desde el otro lado del espejo, los estudios epidemiológicos muestran que, al menos el 80% de los pacientes que consultan por una adicción padecen, también, otra enfermedad mental".
No obstante, el especialista considera que este porcentaje podría llegar a ser del 100%, "puesto que los instrumentos de medición son todavía insuficientes”.
LOS TRASTORNOS MENTALES PRECEDEN AL CONSUMO DE SUSTANCIAS
Szerman explica que existen “factores y sustratos cerebrales comunes entre las enfermedades mentales y los trastornos por uso de sustancias o conductas adictivas”.
Concretamente, el psiquiatra señala una serie de sistemas neurobiológicos, como el sistema opioide endógeno, el sistema endocannabinoide endógeno, el sistema nicotínico colinérgico y otros que, "cuando son disfuncionales, están involucrados en los trastornos mentales y también en las conductas adictivas".
“La mayoría de los trastornos mentales tiene una vulnerabilidad hacia la adicción y el consumo de sustancias.También el desarrollo de determinados comportamientos adictivos suele acompañarse de otros trastornos psíquicos. No olvidemos que el consumo de drogas actúa como una forma de automedicación para pacientes psiquiátricos”, subraya Miguel Casas, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona (noreste de España).
Respecto a cuál de los dos trastornos aparece en primer lugar, el doctor Szerman aclara que suele ser la enfermedad mental. “Los estudios nos indican que, en la inmensa mayoría de los casos, los trastornos mentales preceden al consumo de sustancias”, precisa.
Esto se debe, según explica, "a que gran parte de los trastornos mentales son enfermedades del neurodesarrollo que tienen condicionantes genéticos y ambientales muy precoces en la vida del individuo".
Un ejemplo que ofrece para explicar este punto es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). “Existe una clara relación entre el TDAH y los trastornos por uso de sustancias. El TDAH es un claro e importante factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno adictivo. De hecho, un paciente con un déficit de atención dobla sus posibilidades de desarrollar una adicción, en comparación con un individuo sin ese trastorno” aclara José Martínez Raga, psiquiatra del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia (este de España).
Asimismo, el doctor Martínez Raga destaca que "la adolescencia es la época en la que se empieza a experimentar con las drogas y se registra una mayor prevalencia de trastornos adictivos. Si existe, además, otro trastorno mental, aumenta la vulnerabilidad y se incrementa el riesgo de padecer patología dual”.
El doctor Szerman comenta que en todas las enfermedades mentales el uso del tabaco es mucho mayor que en la población general. “Por ejemplo, más del 90% de los pacientes con esquizofrenia, que es la manifestación más grave de las psicosis, fuman”, detalla.
MUCHO MAYOR CONSUMO DE CIGARRILLOS
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, casi uno de cada cinco adultos de ese país (unos 45,7 millones de personas) tiene algún tipo de enfermedad mental y el 36% de ellos fuma cigarrillos. En comparación, el porcentaje de adultos que no tienen enfermedades mentales y fuma cigarrillos es del 21% .
El informe “Vital Signs”, elaborado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, también muestra que el 31% de todos los cigarrillos vendidos en Estados Unidos son fumados por adultos con enfermedades mentales.
De hecho, según refleja este estudio, el 40% de los hombres y el 34% de las mujeres con enfermedades mentales fuman.
Existen diferencias significativas entre varones y mujeres en lo que a la enfermedad mental se refiere, "puesto que los cerebros masculino y femenino no son iguales. Existe una asimetría biológica, cultural y social entre hombres y mujeres”, expone el doctor Szerman.
Así, las manifestaciones de los trastornos mentales no son las mismas en los varones que en las féminas, algo que ocurre visiblemente, por ejemplo, en los casos de depresión.
“Si la mujer tiene una depresión, la patología se manifiesta de una manera determinada y ella, normalmente, solicita ayuda antes que el hombre. Por su parte, los varones acuden en situaciones de mayor gravedad de la enfermedad”, aclara el galeno.
Con la patología dual sucede lo mismo, en opinión del experto. El facultativo señala que el consumo de alcohol o de otras sustancias está culturalmente más aceptado entre los hombres, aunque aclara que "cuando los especialistas hablamos de patología dual no nos referimos a un uso de sustancias, sino a un trastorno por uso de sustancias. Hay una desadaptación producida por el consumo de sustancias que lleva al individuo a necesitar ayuda profesional especializada para tratarse, ya que solo con su voluntad y determinación no puede conseguirlo”.
En lo relativo al tratamiento, Szerman hace hincapié en la necesidad de tratar ambos trastornos al mismo tiempo. Sin embargo, aunque depende de los países , suele existir una división entre los recursos para tratar adicciones y los destinados al resto de enfermedades mentales. En general existen dos redes: la de salud mental y la de adicciones, para un solo enfermo mental.
El doctor Szerman considera que esta división es algo que “margina” a los pacientes y destaca que lo correcto sería "tratar ambos trastornos de manera simultánea".
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