Hay muchos factores que pueden afectar la audición. La experta Elizabeth Chávez, otorrinolaringóloga, explica que el ruido es un sonido desagradable para la audición.
El ruido se mide en intensidad y en frecuencia. La intensidad es el volumen en el que escuchamos los sonidos que se los puede calcular en decibeles. Los hertzios miden la frecuencia que pueden ser agudos o graves, altos o bajos.
“De manera cotidiana estamos acostumbrados a escuchar sonidos, los ruidos no se consideran nocivos para el oído a menos que sean repetitivos por horas”, indica Chávez.
Los ruidos por encima de 65 a 85 decibeles causan una lesión auditiva; lo permisible esta entre 20 a 65 decibeles.
El oído tiene un sistema de protección, se trata de dos músculos dentro del oído que protegen a la persona del ruido ya que se ponen tensos y no dejan que sobrepase el volumen.
“Otra manera de protegerse del ruido es abriendo la boca”, dice Chávez.
“Cuando revienta un cohete cerca de ti, estás en la discoteca o en un concierto y al salir de ahí escuchas un silbido por varios segundos, puede ser un síntoma de pérdida auditiva inducida por ruido, con un daño irreversible”, explica la experta. A los jóvenes les encanta escuchar música a un volumen estridente. Les emociona la vibración de la membrana timpánica porque hace que se sientan entre eufóricos y desequilibrados, causándoles una sensación de bienestar. Cuando sobrepasa los 30 o 35 decibeles y el ruido está directo al tímpano, se puede dañar el oído.
Los sonidos agudos lesionan el tímpano y las vibraciones más graves afectan en el área del lenguaje.
DAÑO IRREVERSIBLE
“Una vez que se lesiona el oído, así tenga ocho años la persona, el daño evoluciona y no se puede detener, la gente que trabaja en ambientes ruidosos está particularmente en riesgo”, indica la experta.
Las personas deberían tomar conciencia de este daño irreversible y tomar medidas de prevención como usar protección para los oídos, tapones o silenciadores, especialmente quienes trabajan en construcciones.
Algunos de los síntomas de pérdida auditiva son los sonidos extraños en el oído, vómitos o nauseas.
“No hay solución al trauma acústico, sin embargo, a veces se puede ayudar aumentando la circulación, dándoles un poco más de oportunidad con vaso dilatador, pero en realidad no tiene solución. Si la persona está expuesta tres horas seguidas a un ruido de 85 decibeles, seguro se lesionará el oído” explica Chávez.
EL EFECTO AUDITIVO
Ruido ambiental
El déficit auditivo provocado por el ruido ambiental se llama socioacusia. Una persona cuando se expone de forma prolongada a un nivel de ruido excesivo, nota un silbido en el oído, esta es una señal de alarma.
Efectos psicológicos
Puede causar algunos efectos psicológicos como el insomnio y dificultad para conciliar el sueño, fatiga, estrés (depresión o ansiedad) irritabilidad y agresividad, histeria y neurosis aislamiento social, falta de deseo sexual.
A más de 60 decibeles
Dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado, agitación respiratoria, taquicardias, aumento de la presión arterial y dolor de cabeza. Los músculos se ponen tensos y dolorosos sobre todo cuello y espalda.
A más de 85 decibeles
Disminución de la secreción gástrica, en enfermos con problemas cardiovasculares puede llegar a causar un infarto, en enfermos de diabetes hay una elevación de la glucemia.
Efectos de la memoria
Disminución en la concentración, lenguaje lento y desgaste para mantener el nivel de rendimiento.
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