La buena postura es la capacidad que tiene el cuerpo para mantener en correcta alineación la columna vertebral, ya que ésta es el eje central de una buena postura, explica la Lic. en fisioterapia y Kinesiología Sincy La Fuente.
Se puede decir que cuando estos componentes se encuentran en un estado de armonía y equilibrio, el cuerpo utiliza el mínimo de esfuerzo para realizar las distintas actividades de la vida diaria, sin dolor ni alteraciones del equilibrio y el ritmo.
LA EDAD Y LA MALA POSTURA
“Es importante tener en cuenta que la mala postura puede ser por alguna causa congénita, como también puede ser adquirida. En una mala postura adquirida no existe un indicador de edad, el cual manifieste el comienzo de un vicio postural, simplemente se puede dar en cualquier momento a lo largo de la vida, dependiendo de los hábitos posturales inadecuados que puedan adquirir las personas durante sus actividades diarias”, dice La Fuente.
Sin embargo, a lo largo del desarrollo, existen ciertos patrones condicionantes que aumentarán el riesgo de alteraciones y lesiones en la columna vertebral, como en el caso del inicio escolar o académico, laboral y también la edad misma de las personas.
CAUSAS
“El los niños encontramos como causa principal el peso que puedan llevar en relación a su cuerpo y su fuerza. Llevar mochilas, bolsos u otros objetos de peso desproporcionado, conlleva a generar problemas de postura”.
También la falta de ejercicio y la inactividad muscular por largas permanencias ante la televisión, computadora o juegos de moda provocan problemas. Los adultos también pueden ser víctimas de esas mismas causas, además de las malas costumbres de llevar maletines, carteras pesadas o billeteras abultadas.
“Los afectados, inconscientemente, para evitar ese dolor tratan de compensar la mala postura tensando determinados músculos. Esto empeora aún más la armonía y el equilibrio del cuerpo y produce nuevos dolores de espalda. Así comienza un círculo vicioso clásico que puede dar lugar a una hernia de disco u otras complicaciones”, dice La Fuente.
CONSECUENCIAS DE UNA MALA POSTURA
Mayor riesgo de lesiones: Al realizar actividad física y al posicionarse de mala manera, puede sobrecargar zonas corporales susceptibles a tensiones y presiones extremas, que acabarán siendo lesionadas.
El aumento exagerado de la curvatura lumbar, que incrementa la probabilidad de debilitar los músculos de la pared abdominal. Como consecuencia se tiene un vientre abultado, dolores lumbares y da un aspecto nada estético y poco saludable.
Incremento de dolores en una mala postura, como cuando la persona está encorvada, ejerce tensión sobre la espalda y el cuello pudiendo acentuarse los dolores en estas zonas del cuerpo cuanto mayor sea la hipercifosis (joroba).
Mala apariencia: una incorrecta postura puede ser responsable de una imagen general deteriorada. Se da la apariencia de tener más años de edad y más peso corporal. Al estar erguido y en correcta posición con la columna recta, se ostenta y se suma la elegancia, la esbeltez y mejora la apariencia física.
TRATAMIENTOS
“Existen diferentes factores que se deben tomar en cuenta al momento de corregir una mala postura. Principalmente si ésta se trata de una alteración congénita (estructurada) o si es del tipo adquirido”, explica.
“Dentro del tratamiento hay diferentes técnicas de fisioterapia, destinadas a la aplicación de agentes físicos naturales y artificiales. La Kinesiología, por su parte, se encarga de las terapias a través del movimiento activo, pasivo y asistido. También se tiene el apoyo de aparatos ortésicos, en caso de que sea necesario”, dice La Fuente.
En caso de ser una alteración del tipo congénita o ya estructurada, el tratamiento será de tipo médico o quirúrgico, a cargo de traumatólogos especializados.
“Para mayor referencia damos a conocer que: La Reeducación Postural Global o mejor conocida como RPG, es un método de terapia manual que se basa en estiramientos musculares y correcciones articulares en distintas posiciones de trabajo con la participación activa de la persona involucrada.”, explica La Fuente.
Tanto el diagnóstico como la fisioterapia adecuada ayudarán a la prevención, cuidado o tratamiento de cualquier manifestación de una mala postura que pueda llevar a trastornos más serios y dañinos al organismo.
LAS MÁS COMUNES
De manera fisiológica, dejando de lado las distintas afecciones estructurales que a lo largo del desarrollo afectan a la columna vertebral en parte o en su totalidad de su estructura, entre estas malas posturas están:
* Síndrome de la billetera: es más común que afecte a personas del sexo masculino, ya que normalmente llevan la billetera en el bolsillo trasero del pantalón. Se puede sumar a esta acción el que estas personas llevan mucho tiempo sentadas. Esto se convierte en una especie de alzas para el glúteo, pudiendo ocasionar dolor lumbar.
* Colocar el brazo sobre la ventanilla: normalmente al viajar en un vehículo las personas tienden a apoyar los brazos en las ventanillas, sin darse cuenta que este punto de apoyo podría generar una postura anómala, en la cual se genera la aparición de la tendinitis del suprespinoso.
* Sentarse en la parte delantera de la silla: esta mala práctica puede desencadenar en una lumbalgia, la cual desaparecerá simplemente al realizar el correcto uso del mobiliario.
* Recoger cosas del suelo mediante la flexión del tronco: este mal hábito puede dar lugar a hernias de espalda si se realiza de forma habitual; es común entre quienes ya tienen dolor de espalda.
Debería generalizarse la opción saludable de doblar las rodillas y bajar el cuerpo para levantarse junto al peso.
* Manipular mal las cargas: cuando se llevan carpetas o elementos pesados, hay que intentar aproximarlos al cuerpo para repartir mejor el peso. Lo mismo sucede en el caso de las compras; hay que emplear varias bolsas en lugar de una sola para repartir la carga y así equilibrar la postura corporal al caminar.
* Llevar bolsos en bandolera: es un problema en gran medida de las mujeres, cuyos bolsos además terminan siendo muy pesados y alteran su postura al caminar y al intentar compensar de forma natural el peso que portan.
* Dormir bocabajo y con la cabeza ladeada: es una de las costumbres más difíciles de cambiar ya que al dormirnos actuamos de forma inconsciente. Aún así es posible y necesario cambiar estos hábitos ya que generan tensión en el cuello y problemas respiratorios al comprimir el peso del cuerpo al tórax.
* Cruzar las piernas: es una de las malas posturas más comunes y puede producir dolores musculares derivados del intento del cuerpo por recuperar su alineación natural.
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