La eficacia de la hipnosis clínica

La hipnosis es una técnica de gran valor utilizada para tratar problemas físicos y psicológicos. Su eficacia ha sido comprobada por numerosos estudios científicos en el mundo. Es también conocida como hipnoterapia o sugestión hipnótica.

Bajo hipnosis, la persona se encuentra en un estado de concentración y receptividad muy adecuado para el trabajo terapéutico, creándose el entorno ideal para el uso de las técnicas cognitivas y conductuales que se emplean en psicología clínica. Por lo tanto, la hipnosis clínica es una herramienta rápida de la psicología que permite activar el poder sanador del cerebro y descubrir potencialidades que no pensamos tener.

Es importante destacar que la ciencia ha descubierto que 85 por ciento de las enfermedades son psicosomáticas, es decir que tienen una gran cantidad de componentes emocionales y mentales. La hipnosis clínica permite activar los potenciales curativos de la mente inconsciente de manera natural y segura. Por eso, esta terapia es poderosa, rápida y provee resultados definitivos. Además, no tiene contraindicaciones y es apta para todas las personas.

Toma en cuenta que durante el proceso de la hipnosis, el paciente sigue consciente de lo que dice y hace. De esta manera, puede decidir en qué momento quiere salir del trance hipnótico, ya que no está dormido ni privado de su consciencia.

Males que se pueden curar

insomnio

Las personas con insomnio presentan una combinación de dificultades para conciliar el sueño y se despiertan a menudo durante la noche. Si el insomnio se vuelve crónico, el paciente puede sufrir una disminución del estado de ánimo, motivación, energía, memoria, atención y concentración. Además, se observa un aumento de la sensación de fatiga, malestar e irritabilidad. La hipnosis clínica consigue activar los mecanismos naturales de autocuración. Asimismo, el subconsciente de la persona se encarga de volver a automatizar el mecanismo cerebral de desactivación mental y fisiológica, lo que mejora el sueño.

IRA

La ira suele dañar las relaciones sociales cuando no se puede controlar. Además, es perjudicial para la salud física y mental, ya que muchos órganos se ven afectados por todas las reacciones nerviosas y químicas que se producen durante un ataque de ira. Es importante darse cuenta que no es necesario vivir enojado. Con la hipnosis clínica, el paciente aprende a controlar su mente y que la tranquilidad no es algo que está fuera, sino dentro de uno mismo.

TRAUMAS

EMOCIONALES

Cuando no son tratados de forma eficaz, los traumas emocionales pueden acarrear inmensos perjuicios para la persona, influenciando de forma negativa su vida emocional, social y profesional. La hipnosis clínica permite tratar el estrés postraumático para que el paciente pueda disfrutar de su vida plenamente.

TIC NERVIOSO

Si sufres de tic nervioso, no dudes en probar la hipnosis clínica, ya que ayuda a controlar y reducir la ansiedad. También mediante visualizaciones en estado hipnótico, el paciente está expuesto a distintas situaciones en las cuales se puede controlar de forma inconsciente este tic.

Estrés

La hipnosis clínica ofrece la capacidad de reducir el estrés de forma inmediata, ya que la relajación y la respiración profunda que se experimentan durante el estado de trance aflojan la tensión muscular. Una vez que el paciente haya adquirido los conocimientos necesarios con un profesional, puede practicar autohipnosis en su casa. Toma en cuenta que se derivan una serie de técnicas de la hipnosis como ser procedimientos de relajación y autocontrol, los cuales son de gran utilidad para disminuir el estrés y la ansiedad.

NIÑOS

Y ADOLESCENTES

Pueden recurrir a la hipnosis clínica para resolver problemas asociados a las dificultades en la escuela, déficit de atención y concentración, hiperactividad, alteraciones del comportamiento y del humor, entre otros. También es un tratamiento eficaz en casos de depresión infantil, Síndrome de abandono, compulsión alimentaria y tartamudez. Además, este método terapéutico es excelente para tratar la fobia de hablar en público, la cual es un trastorno que empieza generalmente en la niñez.