Pasos
1. Consulta a un profesional de la medicina, para que puedas estar seguro de recibir un diagnóstico calificado sobre el estado de salud de tu tiroides, así como obtener consejos para lidiar con cualquier problema relacionado a este padecimiento. Entre las opiniones médicas que puedes consultar están las de los siguientes profesionales:
Homeópatas que usen tratamientos basados en plantas medicinales.
Naturópatas que usen diversos métodos para el restablecimiento de la salud.
Doctores con licencia médica que pueden recetar tanto medicinas modernas como remedios tradicionales o alternativos.
2. Si sufres de hipotiroidismo, incrementa tu consumo de los siguientes alimentos (recuerda que si sufres un padecimiento menos común de la glándula, el hipertiroidismo, la alternativa correcta sería reducir el consumo de estos mismos grupos de comida): Productos del mar, como las algas arame, palmaria o dulce, kelp o kombu, y el nori (el tipo que es usado en el sushi), pues tienen un excelente contenido de yodo.
Alimentos que tengan vitamina A en abundancia, como zanahorias y huevo.
Comida rica en zinc, como el pollo, la res, las espinacas, las nueces y el atún.
3. Evita los siguientes alimentos si tu tiroides tiene una producción baja (como en el punto anterior, si tu glándula produce un exceso de tiroxina, tendrías que seguir este consejo a la inversa): Comida procesada azúcares, grasas saturadas, harinas refinadas.
Algunos frutos y vegetales que pueden reducir aún más la producción de tu tiroides, como el brócoli, la calabaza, los duraznos y las peras.
Método 1 de 2: Remedios herbales
4. Si tu organismo no está recibiendo la suficiente tiroxina, bebe infusiones (tés) o encuentra otra forma para consumir las siguientes hierbas: Hojas de nogal negro, que contienen yodo y estimulan la tiroides.
Algas como el kelp (también llamado kombu) o el musgo de Irlanda, que regularizan la velocidad del organismo, mejoran el flujo sanguíneo y estimulan la producción de la tiroides.
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