Asimismo, según el mismo reporte, confirma que después de un trauma severo con secuelas es más frecuente aumentar rápidamente de peso.
La investigación entre mujeres de más larga duración y sobre un mayor número de casos conocida hasta el momento fue publicada en la revista JAMA Psychiatry (7 de enero) y recomienda a psiquiatras y psicólogos estar atentos a estos riesgos.
“Encontramos una asociación entre este tipo de diabetes y el TEPT, aunque no podemos explicarla enteramente”, dijo a SciDev.Net Jessica Agnew-Blais, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Mailman en la Universidad de Colombia (Estados Unidos) y analista principal del estudio.
“Nuestra hipótesis es que otros mecanismos biológicos, como una disfunción en la respuesta del organismo al estrés podría contribuir a esta asociación”, añade.
La investigación confirma algunos hallazgos previos. Por ejemplo, que el TEPT, un trastorno que alcanza a cerca de 10 por ciento de la población y es más frecuente en mujeres, puede inducir a una rápida ganancia de peso y que el uso de algunos antidepresivos puede generar el mismo efecto adverso.
“Psiquiatras y psicólogos deberían estar más atentos al monitoreo de indicadores como peso y niveles de azúcar en la sangre”, agrega Agnew-Blais.
Entre 1989 y 2008 se evaluó, usando cuestionarios autoadministrados a 49.739 mujeres, su peso corporal, actividad física, tabaquismo, consumo de alcohol y síntomas de TEPT (introversión, rechazo del contacto interpersonal, alteraciones cognitivas, del estado de ánimo y de la fase de excitación sexual, etc.).
Seis por ciento de las mujeres desarrollaron diabetes tipo 2. Y, a mayor cantidad de síntomas de estrés postraumático, mayor riesgo.
“La depresión y el TEPT son factores de riesgo conocidos para la obesidad. En ambos casos, la comida puede funcionar como una vía primitiva de búsqueda de satisfacción, pero la obesidad sigue siendo el ‘impulsor’ principal que media la aparición de diabetes tipo 2”, reflexiona Julio César Bragagnolo, jefe de la Unidad de Nutrición y Diabetes del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires.
“Lo que verifica este estudio es una correlación entre variables: a mayor presencia de síntomas de TEPT más riesgo de diabetes tipo 2, pero no una relación de causalidad. Sin obesidad no hay diabetes tipo 2”, subraya Ramos, quien además dirige la Revista de la Sociedad Argentina de Diabetes.
Para Agnew-Blais, la investigación sugiere que quienes reciben tratamiento en casos de TEPT reducen el riesgo de aparición de diabetes tipo 2. “Y esto es una buena noticia”, asegura
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