La hepatitis A, en la gestión 2014, fue considerada como una pesadilla para las autoridades ediles y de salud ya que afectó principalmente a los alumnos de los colegios.
Si el año pasado se batió el récord en Uriondo con 38 casos, a diez días de haber iniciado las clases, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) confirmó seis casos nuevos en ese municipio.
Según el reporte epidemiológico correspondiente a la semana número cinco, se notificaron nueve casos sospechosos, de los cuales, seis dieron positivo. Del total de confirmados, cuatro son de sexo femenino y dos masculino.
El grupo etario al que corresponden esos pacientes son: en el caso de las mujeres, entre los 2 y 16 años; en los varones, entre los 9 y 14 años.
Ante esa situación, la responsable de la Unidad de Epidemiología del Sedes, Mónica Reynolds, informó que coordinaron con la gerencia de red para realizar medidas de prevención en la población en riesgo.
Asimismo, señaló que trabajaron de manera conjunta con el equipo multidisciplinario del hospital Fanor Romero de El Valle, para visitar los lugares donde viven los pacientes y de esa manera realizar el bloqueo de la enfermedad.
Por su parte, el director del nosocomio, Roger Guerrero, aclaró que los enfermos no son de la capital de Uriondo, sino que pertenecen a otras comunidades. El galeno explicó que los contagios se originaron en los domicilios de las personas, y asoció esa patología al agua que consumen y los “malos” hábitos que practican en el seno familiar.
También manifestó su preocupación porque los niños y adolescentes se encuentran en época de clases y esta enfermedad puede ser contagiada en los recintos educativos si los niños que padecen de esa patología no son tratados a tiempo.
Por tal motivo, comentó que la normativa y protocolo indican que un individuo que contraiga ese mal tiene que permanecer en su casa durante 45 días, por lo cual coordinarán con la Dirección Distrital de Uriondo para que los pacientes tengan permiso por su enfermedad, aunque sea por 30 días.
“Las autoridades educativas tienen que entender y tener consideración con estos pacientes-dijo Guerrero- porque queremos evitar el brote de una epidemia de la enfermedad, como la que se tuvo en la gestión pasada”.
Entre tanto, Reynolds indicó que la única medida de prevención es el lavado de manos, y aseguró que la primera barrera para que no exista un brote epidémico es la higiene, por lo que señaló trabajarán en ese aspecto.
Cabe recordar que el año pasado, el principal foco de infección fueron los baños de los establecimientos educativos, además que por la falta de agua en los recintos, no existía la limpieza e higiene adecuada.
Debido al brote epidémico de 2014, los padres se mostraban temerosos de que sus hijos puedan ser contagiados, por lo que se suspendieron las clases para realizar la limpieza de los establecimientos y los funcionarios de salud procedieron con el fumigado.
Pero, según Reynolds, técnicamente el fumigado no corresponde para este tipo de enfermedad y dijo que desconoce el criterio que tomaron las anteriores autoridades para realizar esa acción. Reiteró que la principal manera de prevención es el lavado de manos.
Por esta razón, anunció que solicitaron una reunión con el Director Departamental de Educación para que se pueda trabajar de manera coordinada sobre este asunto.
En 2014, el mal afectó a 49 personas de Tarija
De acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Información en Salud (SNIS), en el año 2014, en el departamento de Tarija se registró 80 casos sospechosos de hepatitis “A”, de los cuales 49 dieron positivo y tres fueron los municipios afectados. En ese sentido, el informe especifica que del total de los casos, 38 fueron de Uriondo, siete de Cercado y uno de Bermejo. Los primeros casos se dieron aproximadamente en el mes de mayo, y el último reportado fue en diciembre.
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