1. Haz gárgaras con agua con sal. Añade ½ cucharadita de sal a 200 ml (8 oz) de agua tibia y mézclala bien. Sorbe y haz gárgaras durante 10 segundos, luego escúpela, no la tragues. La sal ayuda a cortar el exceso de flema y a reducir la inflamación.
2. Consume miel: es un remedio natural fantástico, pues recubre la garganta con una capa y alivia rápidamente la picazón o irritación.
3. Haz té de miel, limón y jengibre. Agrega una cantidad pequeña de miel a una taza y llénala hasta el borde con agua caliente. Luego, exprime tres gajos de limón y ralla un poco de jengibre y revuélvelo.
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