“Estoy segura que mi mamá es hipocondriaca. Siempre tiene un dolor o cree padecer alguna enfermedad. Hace una semana, según ella, le estaba por dar un infarto, así que llamó a toda la familia llorando. Lo peor es que cuando siente un dolor busca en internet para saber de qué enfermedad se podría tratar. Lee de arriba abajo las indicaciones y los efectos secundarios, de los cuales, ella tiene todos. La verdad que por su edad no está cien puntos, pero si por ella fuera, va día por medio al médico”, cuenta Carola un tanto agobiada por la situación con su mamá. Y es que quienes son hipocondriacos tienen una preocupación y/o miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave siempre suponiendo un final fatal y comunicando a su entorno sobre sus dolores, síntomas y preocupaciones.
Al respecto, Rocío Lorena Cox Mayorga, Máster en psicología Forense- Medicina Legal y Ciencias Policiales y Psicóloga Forense del Instituto de Investigaciones Forenses de la Fiscalía Departamental, asegura que en primera instancia, es importante aclarar, la existencia de dos tipos de enfermedades y el origen causal de la enfermedad.
“Hay las enfermedades Somato-Psíquicas y las Psico-Somáticas. La primera como su nombre indica, tiene su origen en el cuerpo (soma) y produce un malestar clínicamente significativo en la esfera emocional. Por ejemplo el cáncer, cuyo detonante es fisiológico, y que cobra importancia a raíz de la afectación emocional que conlleva principalmente observables en síntomas elevados de depresión y ansiedad. Las enfermedades Psicosomáticas, en cambio, tienen su origen en la mente (Psique) y llegan a producir sintomatología física. Un persona cuya ansiedad (nerviosismo) es elevada puede experimentar, sudoración y palpitaciones, así como en un ataque de ansiedad fallas cardiacas o embolia. La Hipocondría hace referencia a aquel malestar sintomático que la persona experimenta principalmente motivado por ideas o creencias extremas de enfermedad” dice la experta. Por tanto, la Hipocondría, se encontraría incluida dentro del segundo tipo descrito, debido a que ocasiona en la persona un gran abanico de posibilidades de enfermedad, pero que son vividas de manera real.
“Si la persona piensa y siente dolor en alguna parte de su cuerpo en particular, la zona u órgano comprometido producirá síntomas particulares, sin embargo difícilmente diagnosticados como enfermedad médica evidente”, explica Cox Mayorga.
Es importante tomar en cuenta que los hipocondriacos sí sienten dolor, puesto que el malestar que experimentan muy relacionado con cualquier tipo de dolor, es real para la persona, consecuentemente y como recomendación es importante que éste sea descartado médicamente, en el supuesto caso que alguno de los síntomas físicos pueda tener un motivo médico diagnosticado. Por lo demás las afecciones generalmente tendrán muy poca relación con síntomas característicos establecidos para la parte del cuerpo comprometida.
PERFIL DE UNA HIPOCONDRIACO
Cox Mayorga asegura que de manera lógica una persona que experimenta cierto tipo de afectación física vivenciada como enfermedad, tendría características de personalidad compatibles con un perfil de histérico de personalidad.
“Para una mejor explicación, la histeria viene de (Hystera= útero) que involucra componentes emotivos en el comportamiento, muchas veces exagerado, entonces, se entiende como la manifestación de conflictos emocionales reprimidos (manifestación conocida como conversión), expresados en síntomas físicos, el último de los procesos conocido con el nombre de somatización. Personas con gran dificultad de expresar sus emociones, y éstas son transformadas en malestares físicos, que el cuerpo (soma) experimenta”, asevera.
Un factor a tomar en cuenta es que las personas no se vuelven hipocondríacas.
“No es que las personas se vuelvan locas o perversas o como en este caso hipocondríacas, es que originalmente ya lo son, y que a raíz de circunstancias muy importantes (generalmente vivencias como traumas dentro del aspecto emocional), desarrollan características particulares de relacionamiento a nivel familiar, social y educativo esencialmente relacionadas con malestares físicos expresados en enfermedades y fatiga o dolor”, explica la especialista.
¿EXISTE ALGÚN TRATAMIENTO?
La psicóloga dice que una vez que se descarte la existencia de una enfermedad física real, el tratamiento psicoterapéutico con base en la intervención clínica es muy recomendable en estos casos.
Empero, cuando la persona experimenta síntomas psiquiátricos (cuya sensación física se encuentra alejada de la realidad o que involucra estados de ausencia en el contacto con los demás con síntomas profundos, por ejemplo catalépticos o excéntricos) se aconseja un abordaje psiquiátrico con el uso y administración adecuada de psicotrópicos acordes con el malestar que alude la persona, puesto que probablemente podría tratarse de algún tipo de trastorno clínico.
¿ES FRECUENTE EN NUESTRA SOCIEDAD?
“Según estudios Socio-demográficos se ha encontrado que la mayor parte de la población, cuyos malestares son de origen Hipocondríacos se encuentra polarizada.
Es decir, independientemente de la condición Socio-económica existen personas con una gran dificultad para expresar verbalmente su problemática personal, entonces la relaciona con algún síntoma físico que le ayuda a demandar ayuda, o personas que si bien pueden dar cuenta de los problemas emocionales, no encuentran contención emocional principalmente en la esfera familiar”, explica.
De manera general se ha relacionado a la Hipocondría con población mayoritariamente femenina, haciendo hincapié en el componente emocional, puesto que los síntomas físicos se producen como un intento de llamar la atención.
Por otro lado, se ha determinado que no es hereditaria, lo que, a juicio de la psicóloga consultada, podría resultar contradictorio por el origen que tiene el malestar.
“Esta afirmación se la realiza con muy claras bases en estudios fisiológicos debido a que no existe componentes genético que así lo determinen, otorgándose entonces su génesis a circunstancias emocionales de manera esencial”, explica.
¿QUÉ HACER?
“La mejor actitud y decisiones que se pueden tomar dentro de la esfera familiar deben ser equilibradas en tanto a la medidas que se puedan adoptar, es decir, no otorgar un elevado grado de importancia que de manera consecuente afecte la estabilidad familiar, pero tampoco responsabilizar a la persona debido a que los malestar son vividos de manera real”, dice la especialista y a tiempo asevera que lo óptimo es recurrir a profesionales entendidos si la situación ya ha afectado a los miembros de la familia, pero principalmente orientada a la persona en cuestión.
El apoyo emocional es muy importante debido a que, y como se ha explicado, su origen se remite al aspecto emocional.
Si bien el artículo versa en tanto la importante influencia que la parte psíquica y emocional tiene sobre nuestro cuerpo, a manera de reflexión, válgase mencionar que también se ha establecido una indiscutible influencia emocional en enfermedades evidentemente físicas, tales como cáncer, concluye Cox Mayorga.
NO TODO FUERON RISAS…
“Al parecer, no todo fueron risas en la vida de un hombre inolvidable de la pantalla de la televisión….” palabras textuales del artículo titulado El Oscuro Pasado de Bill Cosby (Secretos Escondidos). Bill Cosby, cuya característica era mostrar modelos de conducta positivos en relación a la familia y especialmente la suya, afroamericana, en la década del 80 donde todavia se veía algo de vestigios de la inequidad existente en una sociedad que discriminó a la raza negra años atrás, punto que aumentó aún más el rating de la serie. A eso sumamos los datos que revelan que llegó a 70 millones de espectadores, realizando además discursos en universidades defendiendo los valores de la familia, lo que siempre fue escencial en los trabajos que realizaba.
Hoy por hoy, Bill Cosby vuelve a llamar nuestra atención pero en otro escenario, pues está afrontando, a sus 77 años, más de una veintena de acusaciones de distintas mujeres que dia a dia se van sumando a la lista de quienes afirman haber tenido encuentros con el entonces actor en contra de su voluntad y según la versión de ellas, las drogaba con una pastilla para evitar que se resistieran a sus deseos sexuales.
Es así que “mostrar” modelos de conducta, no resulta difícil para muchos de nosotros, lo difícil tal vez sea “demostrar” que vivimos conforme a ellos, lo cual compromete definitivamente el valor de la coherencia y es que nos tornamos tan susceptibles a la influencia del medio que callamos por temor al rechazo y aceptamos por no ser rechazados. Aprender a callar y ceder en las cosas poco importantes es actuar con flexibilidad para no caer en la obstinación de la defensa del sí por el sí y el nó por el nó.
No obstante, fundamento y postura argumentados en un criterio bien formado, nos permitirán defender los valores familiares en público; y por otro lado, la voluntad y el conocimiento nos apoyarán en privado.
Una de las intenciones de Bill Cosby al parecer, y entre otras, era visibilizar a su raza con la reinvindicación de sus derechos, todo ello perfectamente armonizado en un escenario familiar.
Muchos de nosotros, tez morena, blanca o amarilla, sin luchas externas de reinvindicación, mas con luchas internas de incoherencia donde guardamos secretos escondidos que tarde o temprano salen a la luz convirtiendo nuestra vida en una serie de televisión vista por todos que con asombro expresan "parecía buen padre", "se veía una madre ejemplar", "no podría creer eso de un hijo como él" y bueno…, no todo lo que creemos es y no todo lo que parece funciona, pues sencillamente somos vulnerables y no en vano se nos aconsejó: “así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (I Cor. 10:12)
Martin Luther King dijo que “llegará el tiempo en que la gente no sea juzgada por el color de la piel, sino por el color de su conciencia”… y es así que tanto en la vida de Bill Cosby, en la tuya ó en la mía se verá que no todo fueron risas y una vez más se afirmará que casi todo es otra cosa.
Jean Carla Saba de Aliss
Pedagoga Social /Life Coaching
ethos.capacitaciones@gmail.com
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