1. Proteger.
Lo primero que debe hacer una persona es proteger su integridad física. Ya sea que esté en un vehículo o a pie, lo mejor es usar los triángulos reflectivos para demarcar el área donde ha ocurrido el accidente. Así no solo se protege quien ayuda, también se resguarda a los accidentados.
2. Activar la alerta.
Es considerado el punto más importante. Es imprescindible que las víctimas reciban ayuda profesional con las técnicas y elementos adecuados.
Para ello se debe realizar una llamada al servicio de emergencias del lugar en el que reside. En Santa Cruz, marcando el 160 desde cualquier teléfono fijo o celular se comunica con el Sistema Integrado de Emergencias Médicas (Sisme), del Gobierno Municipal. Existen empresas privadas como Udem, que brindan servicios de emergencias marcando el 161.
3. No mover a la víctima.
Uno de los errores más frecuentes en estos casos es intentar sacar a la víctima fuera del vehículo, o si está en el piso tratar levantarla; sin embargo, en lugar de ayudar puede comprometer su integridad física.
En un accidente de tránsito, la columna vertebral casi siempre es lesionada. Si el daño es grave y se mueve a la persona de manera inadecuada se puede provocar lesiones irreversibles.
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