Un mundo y una actividad inmersos en las pantallas, palabra tótem de los tiempos que vivimos. A todo se llega desde el ojo y a través de las pantallas, más grandes o más pequeñas.
¿Y esto cómo influye y afecta a la salud visual? Hablamos con la doctora Marta Mármol (España), para plantear una serie de cuestiones con el objetivo de ofrecer información y recomendaciones para que las pantallas no perjudiquen tu vida. Pantallas sí, por supuesto, pero sin abusar, está en juego la salud de tus ojos.
Doctora Mármol, ¿las pantallas producen efectos negativos sobre la visión?
Hasta la fecha, no hay demostrado científicamente que mirar una pantalla produzca algún tipo de enfermedad orgánica a nivel ocular; otra cosa es que existan ciertos tipos de pantallas que por sus características nos permiten una visión más relajada o menos estresante para nuestro sistema visual, y ello reduce los síntomas de cansancio.
¿Qué influencia tienen los distintos tipos de pantallas?
Las imágenes de una pantalla, ya sea un ordenador, una tablet, un móvil o una televisión no son imágenes estáticas como puede serlo una foto impresa; las imágenes de una pantalla se perciben como imágenes continuas porque se van sucediendo por segundos.
Necesitamos un mínimo de imágenes por segundo para no tener la sensación de que hay saltos entre una y otra.
Por ejemplo, las frecuencias por debajo de 35/40 imágenes por segundo, bajas, nos producen estrés visual, y si son más altas, sensación de relajación.
¿Otros factores a tener en cuenta?
Cuando estamos durante largos periodos mirando el móvil o la tablet, estamos forzando la acomodación de la vista y mirando de cerca, lo que genera congestión visual. Cada 15/20 minutos debemos parar durante 15/20 segundos para relajar esta acomodación.
Aunque las pantallas electrónicas no producen problemas serios en los ojos, pueden generar molestias y fatiga visual debido a la falta de contraste, parpadeo de la pantalla y luz reflejada.
Los dispositivos de “tinta electrónica” no presentan estos inconvenientes por lo que permiten una lectura relajada durante más tiempo.
La fatiga visual se puede traducir en sensación de cansancio, molestias oculares e incluso dolor de cabeza, sobre todo en el caso de padecer un pequeño defecto refractivo no corregido con las gafas adecuadas.
¿Puede influir algún factor fisiológico?
Es relativamente frecuente encontrar personas que tras exposiciones prolongadas a las pantallas refieran síntomas inespecíficos como somnolencia, sensación de cuerpo extraño en el ojo, visión borrosa, ojo rojo, incluso dolor.
Todo esto puede estar ocasionado por el comúnmente llamado síndrome visual informático, que lo que conlleva, simplemente, es que cuando nos pasamos horas delante de cualquier tipo de pantalla, disminuimos la frecuencia y amplitud del parpadeo; y para nuestra vida normal es capital parpadear muchas veces por minuto, y cuando estamos atentos a una pantalla, dejamos de hacerlo conforme se nos seca el ojo y esa dinámica de sequedad ocular genera molestias y fatiga.
Cuando estamos largos periodos delante de una pantalla, lo ideal es ir lubricando con una lágrima artificial el ojo y cada 15/20 minutos, insisto, parar y relajar la mirada.
Doctora, ¿cuál es su conclusión?
El uso de pantallas no nos va a generar ninguna enfermedad ocular grave; ahora bien, su abuso o uso excesivo, o en condiciones no óptimas, puede conllevar molestias y fatiga visual.
Asimismo, las personas con pequeños defectos refractivos, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, es necesario que usen las gafas cuando utilicen cualquier tipo de dispositivo electrónico para minimizar la fatiga de los ojos y el estrés que genera mirar mucho tiempo una pantalla.
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