Según explica a Infosalus, José Manuel Ogalla, presidente del Colegio de Podólogos de Cataluña y profesor de la Universidad de Barcelona, el origen del olor de los pies procede de la fermentación de la sudoración y de una deficiente eliminación de la humedad en el zapato que suele estar compuesto por materiales sintéticos. Es muy común en el caso de las zapatillas deportivas cuyo almohadillado absorbe la humedad y favorecen su fermentación.
"Existen personas con más predisposición que suelen ser individuos con una mayor activación física, lo que condiciona que tengan facilidad para sudar más y con ello tienen más riesgo de que el sudor ocasione olor en los pies", señala el podólogo.
Pero el profesor afirma que también existen patologías sistémicas y locales del pie que ocasionan el olor a pies y que éste sea también característico. Es el caso de la insuficiencia renal, en la que el riñón no filtra las toxinas que deja el cuerpo a través de la orina o el sudor.
Los pies además pueden ser atacados por los hongos y sufrir micosis que proporciona a los pies un olor característico a queso curado derivado de la fermentación del sudor y los hongos de la piel.
Existe una dermatomicosis, un tipo de pie de atleta denominado «tiña pedis», que no ocasiona otros síntomas aparte de este característico olor a queso rancio y que la persona puede padecer durante años sin otras molestias asociadas. El especialista añade que si el olor de los pies se vuelve desagradable puede existir alguna patología que lo explique y esto justifica una visita al podólogo.
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