Generalmente, la angina es causada por virus (parainfluenza, rinovirus, adenovirus, entre otros) o bacteria (estreptococo). Se transmite por contacto directo si el niño toca la saliva o flemas de una persona infectada. También es posible contraer los gérmenes a través de microgotas presentes en el aire cuando un paciente estornuda o tose.
Es necesario acudir a un pediatra u otorrinolaringólogo para efectuar un cultivo de garganta. Este examen permite detectar cuáles son los agentes infecciosos (virus o bacteria) que provocaron la enfermedad y así, poder iniciar un tratamiento adaptado.
Causas, diagnóstico
CORRECTO Y CURACIÓN
Diferenciar
Los niños que sufren dolores de garganta no presentan sistemáticamente una angina. De hecho, pueden padecer una rinofaringitis, la cual consiste en una irritación de la garganta. Asimismo, ciertos causantes (exposición a contaminantes, habitación seca y cálida o gritos recurrentes) suelen ocasionar molestias importantes en esta parte del cuerpo. Por eso, es importante acudir a un médico para que efectúe un diagnóstico preciso del estado de salud de tu hijo. En ningún caso debes automedicar al pequeño, ya que esto puede agravar su condición.
Agentes
infecciosos
Antes de los 3 años de edad, la angina suele ser de origen viral. En este caso, la enfermedad dura alrededor de 4 días y puede acompañarse de catarros, aftas o tos. En cuanto a la angina bacteriana, se desarrolla generalmente en niños mayores (a partir de los 3 años). Es acarreada por la bacteria estreptococo y puede ocasionar complicaciones locales (abscesos y problemas renales). La única manera de detectar el agente infeccioso consiste en efectuar un cultivo de garganta.
Tratamiento
Cuando el niño padece una angina viral, los antibióticos son ineficaces, por lo que el médico receta medicamentos analgésicos y antipiréticos, los cuales son necesarios para reducir los dolores y la fiebre. Si tu hijo es mayor de 6 años, puedes ofrecerle pastillas para chupar. En cuanto a los menores, existen sprays que combaten el dolor de garganta. Por otro lado, los pequeños que sufren una angina bacteriana deben recibir antibióticos prescritos por el pediatra u otorrinolaringólogo. En este caso, es primordial respetar la posología y duración del tratamiento.
Cirugía
La intervención quirúrgica es recomendada en los niños que sufren anginas bacterianas recurrentes (es decir, más de 5 en 2 años). La cirugía consiste en una amigdalectomía, es decir, la ablación de las amígdalas. Toma en cuenta que se efectúa bajo anestesia general y dura alrededor de 20 minutos. No suele ser muy riesgosa, pero es necesario que se efectúe con un cirujano y anestesiólogo calificados.
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