Una buena preparación personal ayuda en la decisión de someterse a un examen. Una manera de saber vencer el miedo, es la decisión, no ser juzgadas. En algunas ocasiones se piensa que se vulnerará el pudor, pero también las adolescentes tienen miedo que se les descubra que han iniciado una relación sexual.
En las personas adultas, el temor es enfrentar a un profesional del sexo opuesto y si se encuentran acompañadas de la pareja hay todavía mayor resistencia en no hacerse el examen.
Para una adolescente que todavía no tuvo relaciones sexuales es más difícil exponerse a un examen ginecológico y más si su médico es varón, de alguna manera existirá un trauma.
Lo importante es conocer nuestro cuerpo y además saber que se necesita un examen ginecológico que determine si hay o no algún riesgo de salud. Tenemos que pensar que no solo las mujeres tienen problemas, también son los varones adolescentes quienes deben estar preparados para los exámenes ginecológicos que determinarán el estado de su salud.
En nuestro medio no hay costumbre por ir al médico para hacerse exámenes, solo se recurre cuando se presenta algún síntoma y a veces ni así se acude al médico, siempre se espera a tener una dolencia o cuando no hay remedio.
No es correcto actuar de esa manera, lo ideal es acudir al médico y realizarse un examen rutinario, de manera que sea primordial y pensar que una buena salud depende de uno mismo.
Prepararse y buscar una salud reproductiva adecuada para no tropezar con infecciones sexuales o alteraciones en el embarazo y evitar abortos.
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