Un equipo multidisciplinario del Laboratorio de Producción Antiveninas, dependiente del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) concretó la investigación para la producción de este remedio que podrá salvar vidas en el territorio nacional.
“Tenemos la obligación de precautelar la salud de la población. Es precisamente por ello que estamos generando un suero que es (antilatrodectus), es decir el antídoto para la picadura de la araña viuda negra”, indicó María René Castro, directora de Inlasa.
Antecedentes
La iniciativa surgió luego de que en el 2014 se reportaron algunos casos de picaduras de este insecto en el departamento de Cochabamba.
Grover Paredes, responsable nacional de Zoonosis, detalló que dos personas murieron en ese año por la picadura de la viuda negra.
Cuadro clínico
Antes de su deceso, las víctimas de la picadura tuvieron que presentar signos como: dolor en el sitio de la lesión, supuración, mialgias y mareos, tal vez espasmos, contracturas musculares intensas, calambres abdominales, alucinaciones, retención urinaria, hipertensión grave, arritmias, fallo cardiaco, edema pulmonar agudo y finalmente la muerte.
Al respecto, Castro asegura que muchos casos no son reportados y se subestima la incidencia de esta picadura letal.
Una de las principales razones es que es complicado hallar a la viuda negra cuando pica a una persona, pues tiene la característica de ser solitaria y vivir en lugares oscuros.
“Este arácnido no anida a más de un metro encima del piso, la gente la identifica claramente por sus colores vivos, aunque se debe destacar que sólo la hembra es venenosa, el macho no”, señaló Paredes.
En ese sentido, el experto detalló que la gente puede advertir su presencia a través de su telaraña, pues a diferencia del resto de los arácnidos, es más sedosa y no tiene formas simétricas.
Aún así, muy rara vez las personas pueden ver a este insecto, a excepción del equipo técnico del Laboratorio de Producción Antiveninas, dirigido por Gil Patrick, pues a diario tiene la función de observar, alimentar y cuidar al nido de viudas negras que es de donde extraen el remedio para la producción que salvará las vidas.
Son cientos de arácnidos que ponen a prueba el valor de todo aquel que visita este laboratorio. Aunque están aisladas en frascos de vidrio con algunas medidas de seguridad, el doctor Patrick o cualquiera de su equipo no duda dos veces en destapar los recipientes para que las patonas sean apreciadas con mayor efectividad.
Y con la adrenalina a flor de piel, el visitante autorizado puede observar nítidamente el intenso color rojo de las manchas que resaltan en el negro de su espalda.
Es este matiz que llevó a las comunidades del occidente a apodar a la araña como ‘huayruru’, por su similitud con esa semilla, mientras que en el oriente le otorgaron el nombre de mico mico.
Proceso
De esta colección, los expertos extraen el veneno para la elaboración del antídoto.
“Para generar este antilatrodectus, se inyecta el veneno al burro, éste genera anticuerpos en un determinado tiempo. Luego realizamos una sangría en la vena yugular, se extrae una cantidad de sangre, dependiendo del tamaño del burro, la sangre se procesa, las plaquetas rojas vuelven al animal y las blancas del plasma, que contiene los anticuerpos, es la materia prima para fabricar el remedio”, explicó Patrick.
Finalmente la sustancia es sometida a un control de calidad para luego ser envasada en viales de 5 ml, aptas para su distribución. El producto tiene la función de neutralizar la actividad letal del veneno.
El experto explicó que actualmente se tiene una capacidad de producción de mil viales al año.
Más remedios
Del mismo modo, en Inlasa se anunció también la producción a futuro de un antídoto para la producción de la picadura del alacrán.
La iniciativa es un aporte más a la producción de sueros contra la picadura de víboras y el suero antirrábico para personas que ya sufrieron la mordedura de un can, productos que salvan vidas humanas en los lugares endémicos del país.
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