Síntomas previos. Un ataque al corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. La fatiga y dificultades respiratorias, sudoración excesiva, la indigestión, náuseas y vómitos y dolor en el pecho son los cuatro síntomas que ayudan a identificar cuándo se presentará un infarto.
La tranquilidad es vital. Un ataque al corazón puede ocurrir cuando menos se lo imagina y cuando menos preparado esté, por eso las personas pierden la calma fácilmente y como consecuencia toman malas decisiones.
Lo primero es mantener la calma, reconocer los síntomas diferenciándolos de cualquier otra cosa y pensar en lo que se puede hacer.
Llamar a emergencias. Buscar ayuda profesional llamando al servicio de emergencias, mientras llegan a brindar el apoyo necesario.
Comodidad. La persona debe estar cómoda para poder calmarse y controlar su respiración. Es importante no entrar en pánico y tampoco se le debe mencionar esto a la persona. Tan solo es necesario procurar que se mantenga relajada
Aspirina. A menos que se trate de una persona con alergia a la aspirina, si es posible, que la víctima mastique una aspirina mientras se espera al servicio de emergencias. Esto puede retrasar la formación de los coágulos que provocan infartos.
Reanimación cardiopulmonar. Si la persona que está sufriendo un infarto pierde la conciencia, se debe aplicar la técnica de resucitación cardiopulmonar, pero con mucho cuidado pues si se realiza inadecuadamente puede provocar problemas. Para realizarla es necesario efectuar compresiones en el pecho y luego respiración boca a boca.
Este procedimiento solo debe hacerlo quien tenga conocimiento del mismo o siguiendo las instrucciones del servicio de emergencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario