“La biorresonancia es la ciencia que regula al ser vivo por medio de sus propias ondas electromagnéticas. Basada en la biofísica, establece que todos los seres vivos están compuestos por campos electromagnéticos y que todo proceso bioquímico está precedido por vibraciones y partículas subatómicas que dictan la conducta fisiológica individual. Dichas oscilaciones son captadas por un aparato al igual que una radio o televisión capta las frecuencias”, explicó la nutricionista Ninoska Zanga de Bionova.
El equipo de biorresonancia utiliza un método avanzado de ondas de luz para los órganos específicos del tejido del cuerpo a través de ondas que llegan al cerebro por los tímpanos mediante unos auriculares que mandan los informes correspondientes al ordenador permitiendo así lograr un diagnóstico que es almacenado en la memoria del programa que puede ser visualizado en pantalla bajo la forma de un gráfico que representa la condición del paciente.
“La biorresonancia tiene el objetivo de buscar las causas que generan los síntomas y no la simple eliminación de éstos, realiza un análisis completo de los posibles orígenes de la enfermedad, desequilibrios metabólicos, carencia de sustancia vitales (vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos grasos y aminoácidos), etc. El enfoque es individual así como su tratamiento”, dijo Zanga.
COMPARACIÓN
Los médicos normalmente piden un análisis de la sangre que analiza la parte química de la persona, la cantidad de glóbulos rojos y blancos entre otros, en cambio en la biofísica es la ciencia que estudia la biología con los principios y métodos de la física aplicado al estudio de sistemas biológicos.
“La biorresonancia es parte de la medicina rusa que ha sido utilizada en tiempos de guerra y en el caso de la NASA para viajes espaciales, para realizar un estudio de la astrofísica del ADN, que hace referencia a la comunicación que existe entre célula y célula como la radio o televisión con un emisor y un receptor. No provoca dolor ni efecto secundario”, aseguró Ninoska.
La biorresonancia en 3D utiliza unos audífonos que están conectados a un equipo donde se evalúa más de 4 mil estudios en todo el cuerpo: hígado, riñones, neuronas, sistema inmunológico, pulmones, páncreas entre muchos otros, en un periodo de dos horas para un diagnóstico completo o uno específico de media hora. “El equipo de biorresonancia envía ondas electromagnéticas a diversos puntos con sensores que tiene, uno de pregunta y el otro de respuesta que ingresa por el tímpano al cerebro. Interroga diciendo cómo está tu corazón y éste contesta con ciertos estímulos que son registrados por un software diseñado para procesar diversas enfermedades”, explicó Zanga.
Previamente a la realización de este estudio, se deja de lado los celulares o cualquíer objeto metálico, de hecho si la persona tiene marcapaso o alguna prótesis los resultados finales de los análisis podrían ser alterados. Una vez diagnosticado el problema se solicita un laboratorio complementario para corroborar el resultado final.
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