“Una inflamación en el útero suele estar provocada por lo general por bacterias, dependiendo de la zona a la que afecte, puede limitarse al cuello uterino cuando se trata de una cervicitis o extenderse por el interior del útero hacia el endometrio provocando una endometritis y si pasa al músculo del miometrio una miometritis”, explica la ginecóloga María Esther Lecoña.
Sucede que muchas mujeres, en especial las más jóvenes e incluso algunas en edad reproductiva, no consideran algunos síntomas particulares de cada tipo de inflamación en los flujos vaginales que tienen y, en otros casos, no presentan signo alguno que alerte de la presencia de bacterias en el útero que pueden tener desenlaces funestos.
CERVICITIS
La cervicitis es la inflamación del cuello uterino (cérvix), cuyos síntomas se caracterizan por un flujo amarillo abundante que viene acompañado de dolor, escozor y prurito en la vagina que suele tener un olor muy desagradable.
“Llamamos cervicitis a la inflamación del cuello de la matriz que por lo general es ocasionada por enfermedades de transmisión sexual o por un aseo inadecuado que contaminan con heces fecales esta región. Los agentes que causan esta patología entre otros son: trichomona, hongos y el papiloma virus causante del cáncer de cuello uterino”, afirma Lecoña.
ENDOMETRITIS
La endometritis es la inflamación del revestimiento de la mucosa interna de la matriz, denominada endometrio que por lo general es provocada por los residuos y acumulación de sangre que quedó en el organismo luego de un parto o cesárea.
“La endometriosis se caracteriza por el dolor en el bajo vientre y la presencia de flujos con sangre de un olor muy desagradable y que provocan infección con la consiguiente inflamación del miometrio”, dice la ginecóloga.
MIOMETRITIS
La miometritis es la inflamación en el músculo de la matriz que se denomina miometrio, puede ser una consecuencia de la inflamación del endometrio que pasa a su musculatura y que también es causada por la infección producida por la sangre retenida en la matriz en el postparto o cesárea.
De los tres tipos de inflamación arriba señalados, uno de los que se presenta con mayor frecuencia en jóvenes que comienzan a tener una vida sexual activa a temprana edad y en personas en edad reproductiva es la cervicitis.
TRATAMIENTOS
Cada inflamación debe recibir un tratamiento específico, porque se trata de partes diferentes tanto la cervicitis como la endometritis y miometritis que deben ser diagnosticadas oportunamente con la toma de muestra de papanicolau, para determinar qué bacteria u hongo está provocando esa enfermedad.
“Cuando se trata de una cervicitis el tratamiento consiste en óvulos y antibióticos dependiendo de qué tipo de bacteria u hongo se trate. Pero los casos de contagio por el papiloma virus que son cancerígenos deben ser controlados y dependiendo del grado en que se encuentren. Hay que analizar la mejor alternativa. En el caso de la endometritis y miometritis el uso de antibiótico es lo más recomendable” afirma Lecoña.
La ginecóloga recomienda, de manera preventiva, hacer un control con papanicolau por lo menos una vez al año y asistir a los controles regulares luego del postparto o cesárea, para evitar las complicaciones posteriores. En el caso del papiloma virus evitar tener varias parejas sexuales y el uso de preservativo en todo momento.
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