El biólogo austriaco Karl Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos ABO y Rh. Antes, las personas que necesitaban sangre recibían transfusiones de animales (oveja) o de pacientes seleccionados al azar.
El descubrimiento de Landsteiner fue crucial porque salvó millones de vidas.
El grupo sanguíneo sirve para clasificar la sangre por la presencia o ausencia de determinadas moléculas llamadas antígenos, en la superficie de los glóbulos rojos. Existen muchos grupos sanguíneos, pero entre ellos destacan por su importancia a la hora de hacer una transfusión los sistemas ABO y Rh.
En el sistema ABO, lo que determina el grupo sanguíneo son los azúcares existentes en la superficie de los glóbulos rojos, que son dos de dos tipos: A y B. Según su composición hay cuatro grupos: A, B, AB y O. El grupo AB, receptor universal, tiene los dos antígenos A y B. Mientras que el grupo O no tiene antígeno A, ni B, y puede dar sangre a los otros tres grupos sanguíneos.
Sin embargo, el grupo O, sólo admite sangre de una persona con su mismo grupo.
El sistema Rh, se trata de otro grupo de antígenos que se denominaron factores Rhesus (Rh) porque fueron descubiertos durante unos experimentos con simios Macaccus Rhesus. Según este grupo sanguíneo, las personas con factores Rhesus en su sangre se clasificarían como Rh positivos; mientras que aquellas sin los factores como Rh negativos y sólo podrán recibir sangre de donantes Rh negativos.
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