Alteraciones en el sueño, caída del cabello, aumento de peso, cansancio e irritabilidad pueden ser síntomas de que la glándula tiroides ya no dirige bien la producción hormonal. Y es que este órgano con forma de mariposa es una especie de usina de energía para el cuerpo, ya que en él se forman hormonas necesarias para el crecimiento de las células y el metabolismo.
Si este órgano no funciona bien y en caso de un bajo rendimiento genera menos hormonas de las que necesita el cuerpo, ésto repercute en todo el metabolismo.
Los médicos afirman que, por lo general, se trata de síntomas poco específicos. La mayoría de los pacientes mencionan una baja en el rendimiento y poca energía, tienen problemas para concentrarse, se sienten constipados y se les rompen las uñas y el cabello. Muchos afectados hablan incluso de una sensación similar a la depresión o de llantos sin causa.
Si los síntomas persisten durante varias semanas y se añaden otros, hay que acudir al médico. Éste puede determinar mediante análisis de sangre si realmente es la glándula tiroides la que está originando los problemas.
La multiplicidad de síntomas vuelve a veces algo difícil el diagnóstico, ya que la caída del cabello o el cansancio no son señales inequívocas de un mal funcionamiento de la tiroides.
Por eso es imprescindible el análisis médico, que incluye una ecografía de tiroides para ver si hubo alteraciones.
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