La reflexología, reflexoterapia podal o terapia zonal es la práctica de estimular puntos de los pies llamados zonas de reflejo, basada en la creencia pseudocientífica de que ese masaje tendría un efecto beneficioso en un órgano situado en otro lugar del cuerpo.
Para la profesional, es importante que la terapia la realice un experto que conozca a la perfección las áreas y puntos exactos que debe pulsar en cada momento, en función de la dolencia que se quiera aliviar. Esto debido a que está contraindicado de la reflexoterapia, como es el caso de las embarazadas, personas con problemas venosos, heridas y quemaduras.
Ciertos puntos del cuerpo se vuelven más sensibles cuando existe alguna enfermedad en otro lado del cuerpo. El aumento del dolor en ciertos sitios indicaría la presencia de la dolencia a ser aliviada con el masaje. Algunos beneficios son:
• Reducción del estrés: Ureña dice que cuando estamos estresados, las defensas del cuerpo se descomponen y se vuelven más susceptibles a la enfermedad. La reflexología podal reduce el estrés mediante la generación de una profunda relajación, ayudando al cuerpo a equilibrarse a sí mismo y permitiendo que la energía curativa fluya.
• Mejora la circulación: La sangre debe fluir libremente por todo el cuerpo para el transporte de oxígeno y nutrientes a todas las células y la eliminación de los productos de desecho del metabolismo y otras toxinas.
Al reducir el estrés y la tensión, los masajes en pies y manos permiten que los vasos cardiovasculares lleven a cabo el flujo de sangre fácilmente.
• Mejora la función de los nervios: Al estimular a más de 7.000 los nervios en los pies, la reflexoterapia estimula la apertura y limpieza de las vías nerviosas. Interrumpe las vías del dolor, así como la reducción del dolor.
• Favorece el sistema inmunológico: Los masajes estimulan el sistema linfático reduciendo así el riesgo de infecciones. Limpia el cuerpo de toxinas e impurezas y también estimula la producción de endorfinas, lo que lleva a un sistema inmune mejorado y a una sensación de bienestar.
Básicamente la reflexoterapia se centra en las áreas reflejas, zonas espejo de los distintos órganos y partes del cuerpo localizados en las manos y los pies que, cuando se activa mediante técnicas específicas, tienen efectos directos en el órgano correspondiente o área del cuerpo. Cada órgano, glándula o parte del cuerpo tiene zonas reflejas en las manos y los pies.
Tanto la reflexoterapia podal como la manual crea un balance energético que activa la circulación sanguínea, proporcionando un mejor suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos y órganos. Asimismo, aumenta la elasticidad de la piel y actúa fortaleciendo el organismo en general.
En el Centro que Ureña dirige se realiza esta técnica para la relajación, para mejorar la circulación y lograr un balance energético.
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