Hay medicamentos cuyos efectos colaterales, por sobredosis o mala utilización, pueden ser peores que la enfermedad que pretenden curar, como las benzodiacepinas.
Este tipo de fármacos, que debe ser recetado por un médico especialista y que se vende bajo otros nombres comerciales, se utiliza para ciertas patologías que afectan el sistema nervioso central.
El médico siquiatra Cristian Antezana, director del Hospital Siquiátrico San Benito Menni de Santa Cruz, explica que las benzodiacepinas actúan como ansiolíticos, relajantes musculares, sedantes, anticonvulsivos e incluso para tratar ciertos riesgos cardiopulmonares.
Sin embargo, cuando se los consumen de forma irresponsable o se mezclan con bebidas alcohólicas, tienen efectos secundarios indeseables: inducen periodos de amnesia, lagunas mentales o ‘blackouts’, hacen dar sueño y “la persona entra en un estado de vigilia, pero sin tener conciencia de lo que está haciendo”, explica el doctor Antezana a EL DEBER. En el peor de los casos, añade, se puede producir un paro respiratorio y la consecuente muerte de quien ha tomado, incluso sin darse cuenta, la mezcla.
Un caso reciente
El lunes de carnaval, en un garaje en el que varias agrupaciones juveniles se reunieron para celebrar, una joven de 19 años fue dopada con la combinación de droga y alcohol.
El caso, que fue denunciado en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) por el padre de la víctima, Omar Barrientos, se dio a conocer a través de las redes sociales y encendió las alertas para que la gente tenga más cuidado con lo que toma y con quién lo hace.
Cómo evitar riesgos
Mezclar sedantes en alcohol no altera el sabor ni el color de la bebida, por lo cual es difícil saber que se está consumiendo la droga.
El especialista es tajante en sus recomendaciones: cree que la única forma de protegerse es rechazando vasos de personas que acabas de conocer, desconfiando de la gente con la que se está y exigiendo que todas las botellas se abran delante de ti en los locales.
Si pese a todas las previsiones sospechas que estás frente a un caso de dopaje, lo ideal es que la víctima deje de tomar alcohol y que descanse hasta que pase el efecto del medicamento, lo que demora entre 8 y 12 horas, según el tipo y la cantidad de fármaco que se le hayan dado.
Sin embargo, subraya el doctor Antezana, si la persona pierde la consciencia o tiene dificultades para respirar, se debe acudir a un centro médico lo antes posible para que se desintoxique
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