El cáncer linfático es el que se origina en el tejido linfático y éste está alojado en los ganglios, en el bazo y en la médula ósea. Las enfermedades del sistema linfático pueden afectar cualquiera de estos tres sectores, la médula ósea y también la sangre, los cánceres linfáticos aparecen en estos órganos, fundamentalmente en los ganglios linfáticos, en el cuello, las axilas, etc. explica el doctor uruguayo especialista en Medicina Interna y Hematología, Gabriel Borelli, quien estuvo en Cochabamba hace unos días gracias a la gestiones de Laboratorios Roche y sus campañas de información y prevención en salud.
El especialista fue parte del Simposio de la sociedad cochabambina para hematólogos, sobre tratamiento de linfomas.
LAS SEÑALES
El cáncer de linfoma está determinado por ciertos síntomas como el agrandamiento de los ganglios y se puede determinar si existen o no ganglios en otros sectores que no son palpables, gracias a exámenes clínicos. Existen otros síntomas como la subida de peso, sudoración o fiebre inexplicada, comenta Borelli.
“Cuando hablamos de linfomas, hablamos de que el tejido de los ganglios se volvió canceroso, es decir, cáncer originado en los ganglios linfáticos, pero hay que tener en cuenta que este no es el único motivo para el agrandamiento de ganglios, puede ser consecuencia de cáncer que se origina en otros órganos, como el cáncer de próstata, de mama y una serie de tumores más”, dice el doctor.
Ya que el diagnóstico está relacionado con la biopsia del ganglio y el estudio realizado por el patólogo, es muy importante el trabajo conjunto de hematólogos clínicos y patólogos.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los linfomas se basa sobre todo en quimioterapia. “Hay que entender bien que la quimioterapia es una combinación de drogas que destruye células malignas y también algunas normales. Por eso se producen efectos secundarios. Son planes de combinación de drogas que están establecidos y diseñados en ensayos clínicos que se hacen a nivel mundial y que están adaptados a la capacidad de tolerancia que pueda tener el paciente, no es lo mismo un tratamiento de quimioterapia para un linfoma agresivo que para uno no agresivo. Se adecúa a la edad, a las enfermedades asociadas que tiene el paciente y a la agresividad del cáncer”, aclara Borelli respecto a los mitos que rodean este tipo de tratamiento y añade que con la quimioterapia, en muchos linfomas, se utiliza la inmunoterapia, que es el uso de anticuerpos monoclonales, que son proteínas, moléculas biológicas dirigidas específicamente contra las células del tumor, que van a pegarle directamente a las células tumorales, éstos están entre los medicamentos de alto costo.
CAUSAS
Como en la mayoría de los cánceres, no se conocen causas determinadas, pero existen unos tipos de linfomas relacionados con algunos aspectos, por ejemplo el virus de VIH, que además de causar todos los problemas que causa, condicional al paciente a sufrir linfoma con más frecuencia que la población en general, el tratamiento para estos pacientes es igual que para cualquier paciente que no tenga el mencionado virus.
También hay linfomas que se relacionan con virus como la mononucleosis, pero no significa que sea una causa comprobada.
Gabriel Borelli
Fernando Balderrama
Gabriel Borelli es Especialista en Medicina Interna, Hematología, ex-asistente de Clínica Médica y Ex-asistente de Clínica Hematológica de la Facultad de Medicina (Universidad de la República Oriental del Uruguay) y Hematólogo del equipo de Hematología y Trasplante de Médula Ósea del Hospital Maciel (Montevideo, Uruguay).
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