Una enfermedad muy común en nuestro medio
La acidez de estómago es una especie de quemazón o ardor que sube hasta la laringe. Lo normal es que el cardias (la parte del estómago más cercana al esófago) permanezca cerrado mientras se hace la digestión. Sin embargo, en ocasiones, esta válvula se relaja y deja pasar los ácidos gástricos al esófago. Este proceso se denomina reflujo gastroesofágico.
Conociendo más
Hay que tener en cuenta que los tejidos del esófago se resienten con la acción del ácido y esto puede dar lugar a una enfermedad llamada esófago de Barrett, el paso previo al cáncer de esófago. La acidez de estómago es muy frecuente y casi todo el mundo la ha padecido en alguna ocasión, aunque hay personas que la sufren permanentemente.
Su aparición está asociada a la edad, al sobrepeso, a la obesidad y a los malos hábitos alimenticios por la ingesta de alimentos muy sazonados, o de difícil digestión y a otras acciones inadecuadas, como tumbarse tras las comidas. El ardor o pirosis ocurre al pasar parte del contenido ácido del estómago al esófago y producir la sensación quemante característica.
Además, los pacientes que tienen esta patología suelen presentar plenitud gástrica (sensación de estar muy lleno) o regurgitación (la comida se sube a la boca). Si la acidez es muy grave puede provocar complicaciones a largo plazo por la exposición al ácido, como el incremento de lesiones pretumorales en el esófago.
Las principales medidas que deben tomar los pacientes para evitar que se produzca la acidez de estómago son evitar el sobrepeso, masticar bien y despacio, reducir las bebidas carbonatadas y las comidas muy especiadas.
Pacientes con hernia de hiato o pacientes con una incompetencia parcial del esfínter son propensos.
Cada persona sabe qué alimentos le son especialmente indigestos y debe evitarlos.
Es necesario masticar bien y despacio, reducir las bebidas carbonatadas y las comidas muy especiadas.
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