Alguna vez te automedicaste o ante una leve mejoría dejaste el tratamiento? Y quién no olvidó tomar la dosis de las ocho. Esta vieja práctica y los descuidos traen consecuencias a la salud, en especial si de antibióticos se trata.
El efecto directo es una mutación del virus o de la bacteria que ocasiona el mal; “a este proceso se denomina resistencia a los microbianos (RAM)”, dice la bióloga y también periodista argentina Roxana Tabakman, quien dio una conferencia en La Paz sobre Periodismo saludable, organizada por Farmacias Chávez.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la RAM se produce cuando bacterias, hongos, virus y parásitos cambian y se fortalecen al verse expuestos a los antibióticos. Como resultado de esta conversión, los medicamentos se vuelven ineficientes y las infecciones persisten en el cuerpo. El riesgo es la propagación del mal y el contagio a otros.
“Los antibióticos cada vez sirven menos, debido al fenómeno de la resistencia, y lo alarmante es que no se están desarrollando nuevos fármacos, lo que los convierte en tratamientos no renovables”, advierte Tabakman. Por su parte, la OMS alerta que “hay nuevos mecanismos de resistencia que se propagan a nivel mundial y ponen en peligro la capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes”.
Si tienes alguna molestia, consulta con un médico para que te dé la medicación adecuada, considerando si es o no necesario algún antibiótico y más aún si se requiere uno de última generación, ya que estos medicamentos tienen fórmulas más potentes para combatir las bacterias. Pero, si son recetadas frente a cualquier síntoma, generan mayores resistencias. “Una infección —por ejemplo—no amerita un remedio de este tipo”, dice la bióloga especialista en bacteriología.
Toma Nota
Recuerda que solo debes recurrir a los antibióticos si están indicados por tu médico. Si es el caso, cumple con el tratamiento al pie de la letra, no descuides las dosis y los horarios sugeridos.
Aunque te sientas mejor, completa tu tratamiento tal y como lo dice tu médico. Al no finalizarlo, estimulas la resistencia de la bacteria.
Consulta a tu médico si puedes evitar los antibióticos, puede que haya otro tipo de tratamientos o remedios eficaces.
No ingieras antibióticos para tratar afecciones comunes como un resfrío. Deja esa opción para una enfermedad de mayor cuidado.
Fuentes: Roxana Tabakman (Bióloga y especialista en Bacteriología), Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fotos: Internet.
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