DM2 es responsable por cerca del 7% de la mortalidad global y se estima que llegará a haber 600 millones de casos para 2035, con una sustancial carga económica a los sistemas de salud. Se ha demostrado el efecto de la actividad física (AF) sobre el riesgo de desarrollo de DM2 en estudios intervencionales y observacionales, con resultados alentadores.
Las normativas clínicas recomiendan un mínimo de actividad física moderada semanal de 150 minutos (o lo que es igual a 30 minutos diarios 5 veces a la semana) o 75 minutos (o lo que es igual a 15 minutos día 5 veces a la semana) de actividad física vigorosa; se estima que cerca del 30% de los adultos no cumple con estos requisitos.
El estudio piloto fue realizado en enfermeras norteamericanas a finales de la década de los ´80 por Dr. Edward Horton, fue el estudio piloto que demostró disminución de la incidencia de DM2 en 25% con solo realizar ejercicio aeróbico 30 minutos semanales, Hoy en día se ha ampliado el margen a 150 minutos semanales.
En conclusión, estos estudios demuestra la asociación existente entre la actividad física la disminución del riesgo de diabetes mellitus 2, y con el mantenimiento de la salud en general. Favorece la noción de que a mayor actividad física mejores resultados, ya que no se ha encontrado un umbral en el que no exista un beneficio al aumentar la intensidad o el tiempo del ejercicio. Dada la epidemia de diabetes y obesidad a nivel mundial, una estrategia de este tipo podría mejorar la salud de la población.
"Recuerda comer te hace bien y estar en movimiento más aún"
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