Lavado de alimentos Infección intestinal en menores

El pediatra Jorge Fernández dio a conocer que por aumento de temperatura se envían de 15 a 20 análisis de laboratorio por semana, registrando diferentes cuadros de infecciones intestinales, que ocasionan cuadros de diarrea en menores.

El ingreso de la etapa de verano, una segunda problemática en los centros de salud, como es el hospital Boliviano Holandés, donde en la actualidad se presenta un aumento en los casos de diarrea, sobre todo en menores de cinco años.

La diarrea (EDA) se considera como el aumento en el número de deposiciones habitual en los niños, más de tres veces al día y de consistencia liquida. Lo más primordial para el cuidado de un niño que tiene diarrea es mantenerlo hidratado, dándole agua, leche materna y los alimentos que comúnmente recibe a diario.

“Es prácticamente propio de la etapa de calor que una vez que descienden los cuadros de neumonías se presentan aumento de las diarreas, las cuales afectan sobre todo a menores de edad, con el riesgo de que por la deshidratación los menores pueden llegar a perder la vida”, enfatizó Fernández.

Alguna de las inclemencias del tiempo, como un aumento de calor, la existencia de lluvias y la presencia de vientos, son los factores que por lo general se convierten en portadores de una serie de amebas (microorganismos), que son los causantes de producir una serie de infecciones intestinales, los cuales ocasionan la deshidratación de los niños.

Estos componentes infecciosos, que por lo general se depositan en las comidas que se ofrecen en las calles, fuera de la elaboración de los alimentos con poca higiene, no solo afecta a personas de la tercera edad, sino sobre todo a los menores de cinco años, en ambos casos son los grupos más vulnerables de estas enfermedades infecciosas porque su organismo se encuentra con muy pocas defensas, propias de la edad.

El incremento de alimentos callejeros, como salteñas, tucumanas, ensalada de frutas, rellenos, papitas fritas, entre otros productos que por lo general se venden en puestos callejeros, sin ninguna protección, aspecto que permite que particular microscópicas de diferentes parásitos, lleguen a depositarse en estos alimentos, los cuales son ingeridos por la población en compañía de sus niños menores de cinco años.