Cada noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro. El objetivo es visibilizar, educar y explicar las consecuencias y desafíos que representa esta problemática que encaran varias familias en el mundo. En Bolivia, es la primera causa de muerte neonatal.
Cada año nacen 15 millones de bebés prematuros a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, inician su vida antes de cumplir las 37 semanas de gestación en las que normalmente un ser humano está completamente listo para salir al mundo. Al ser una cifra que aumenta año tras año, desde 2008, se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, con el propósito de educar y concientizar a la población sobre los desafíos y dificultades que esta condición conlleva.
Pese a que la cantidad de nacimientos antes de tiempo representa un número considerable, hasta el momento, no se conocen por completo las causas concretas. Algunos factores que pueden tener una implicancia son partos múltiples, estrés laboral en la madre, uso de técnicas de reproducción asistida y problemas de salud maternales. En países en vías de desarrollo, otro problema puede ser la falta de cuidado de parte de la madre durante el embarazo o un escaso seguimiento médico.
Para Edgar Chávez Navarro, pediatra neonatólogo del Hospital de la Mujer en la ciudad de La Paz, los bebés que llegan antes del tiempo de gestación establecido son luchadores. “Cuando el trabajo de parto de un bebé prematuro comienza, el personal trabaja en equipo y de la manera más rápida para lograr un nacimiento exitoso. Al nacer, éstos tienen un débil llanto, pero, por más esfuerzo que hagan, en la mayoría de los casos no inhalan el oxígeno suficiente, por lo que nos toca recurrir a una máquina respiratoria para estabilizarlos; una vez logrado, los corazones acelerados tanto de los padres y como los nuestros, recién pueden sentir alivio”, comenta el especialista.
Si bien el arduo trabajo que hace el equipo médico en el nacimiento es clave, el doctor Chávez asegura que el apoyo de los padres también es fundamental para completar el proceso con éxito.
“Muchas veces he visto cómo los recién nacidos calman su llanto al escuchar la voz de su padre diciéndole frases de aliento, o al sentir rozar su piel con la de su madre a la hora de alimentarse. En un mundo ideal, todos los niños con este padecimiento saldrían del estado de riesgo siempre, y cuando esto realmente ocurre, doy gracias por dejar ayudarlos a superar su situación. Sin embargo, la realidad es, a veces, mucho más dolorosa, no todos logran quedarse con nosotros,”, comenta el médico.
Es importante saber que existen tres tipos diferentes de prematuros:
• Prematuro de moderado a tardío: cuando el bebé nace entre las semanas 32 y 37.
• Muy prematuro: cuando el bebé nace entre las semanas 28 y 32.
• Prematuro extremo: cuando el bebé llega antes de la semana 28 de gestación.
En Bolivia, la prematuridad es la primera causa de muerte neonatal y la segunda causa de mortalidad infantil; ante esa realidad, la OMS alienta a que la sociedad se sensibilice e interiorice con el tema. Este grupo de la población nace con ciertas deficiencias como dificultad para regular la temperatura corporal, alimentación insuficiente, inmadurez de los pulmones y lento aumento de peso; es por eso que, para una atención óptima, no solo se requieren insumos especiales, sino también afecto e intervención emocional.
Por un lado, los centros de salud necesitan contar con aparatos esenciales como incubadoras u oxígenos. Por otro, se pueden aplicar métodos como el de “la madre canguro”, que consiste en mantener el contacto piel con piel, lo que no solo ayuda a mejorar el vínculo afectivo entre los papás y el bebé, sino también contribuye a mejorar su salud y a reducir los dolores que pueda sentir el recién nacido. “Lo importante es que los padres que pasen por esta situación estén llenos de paciencia, positivismo y confíen en los avances de la ciencia”, puntualiza el doctor Chávez.
La representante de capacitación para el personal de salud de Droguería Inti, Lic. Liliana Ibáñez, explica que es importante que las mamás de los niños prematuros den de lactar, “ya que la leche materna contiene alta cantidad de proteínas y minerales; además, tiene diferentes tipos de grasa que el recién nacido puede digerir y absorber con mayor facilidad”. La especialista añade también que existen fórmulas con ingredientes escogidos para fortalecer a estos bebés, por ejemplo: proteína, triglicéridos, nucleótidos y prebióticos. “Productos con este tipo de características se puede encontrar en diferentes puntos de venta ya que ayudan a mejorar la salud de los prematuros”, comenta Ibáñez.
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