Gustavo D., de 19 años es un chico previsor. Para este carnaval en un bolsillo tiene una bolsa de globos de agua y en el otro, un par de preservativos. “Yo ando con mis globos, no vaya a ser que me pesquen en curva”, ríe, con la despreocupación de quien se siente seguro.
Los padres de Gustavo saben que su hijo tiene relaciones sexuales desde hace un par de años, y también saben que hacerse a los de la vista ciega, no lo ayudará en nada. “Desde el momento en que supe que mi hijo era activo sexualmente, le hablé de la necesidad de usar condones. Tengo una amiga con VIH, y sé la importancia de prevenir la enfermedad. A veces mi hijo se ríe porque sus amigos hablan más conmigo que con sus madres del tema del sexo, pero es que hay decisiones que si no se toman, te pueden cobrar una factura muy cara”, cuenta Cristina F., de 41 años, la madre de Gustavo.
Pero Cristina no es una más del montón, y Gustavo tampoco.
No digas “sexo”
Lamentablemente en Bolivia el sexo sigue siendo un tema tabú, y pocos padres hablan frontalmente con sus hijos de la necesidad que tienen éstos de protegerse de enfermedades de transmisión sexual, no solamente del VIH/sida sino también de embarazos indeseados. Para muchos, no es hasta que tienen el análisis de positivo en la mano que se dan cuenta de que ponerse ese condón les habría cambiado la vida.
Los médicos bolivianos saben que los feriados de carnaval son fechas rojas para el VIH/sida. El consumo del alcohol y el desconocimiento de cómo se transmite y cómo se evita el VIH/sida, son una combinación fatal.
En el país existen cerca de 6.000 personas portadoras del VIH, de los cuales más de 1.500 personas tienen entre 15 a 24 años de edad. Los datos van creciendo de forma acelerada y sólo en enero se reportaron 120 casos positivos, según el Ministerio de Salud.
Por ello, preguntar las cifras de cuántas personas están infectadas con el VIH en Bolivia antes de carnaval, no tiene sentido.
“Después de carnaval la cosa se dispara”, dice uno de los médicos del Centro Piloto de La Paz. Contra ello, el Ministerio de Salud ha dispuesto que se distribuyan alrededor de 350.000 preservativos en todo el país durante las entradas y fiestas correspondientes, pero ¿De qué sirve un condón en el bolsillo si la pareja que tiene que usarlo está absolutamente ebria? ¿Podrá acaso recordar que debe utilizar un preservativo? ¿Estará el riesgo del sida en la mente de los amantes? No.
Ese traguito de más
Un informe publicado en la revista The Lancet, afirma que en los países con las peores epidemias de VIH se han encontrado "patrones de un consumo peligroso de alcohol".
Según los investigadores del Centro Internacional para la Investigación de la Mujer, en Washington, "muchos estudios han demostrado que el uso de alcohol está asociado con la prevalencia e incidencia de la infección de VIH, así como de conductas que conducen a la infección".
Según la doctora Katherine Fritz, "las propiedades farmacológicas del alcohol podrían explicar una parte de la ampliamente observada asociación entre el uso de alcohol y la conducta sexual riesgosa". Estudios en el pasado han comprobado que el abuso de alcohol es común entre las personas que son VIH positivas.
De acuerdo al estudio realizado por varias organizaciones interamericanas en el marco del Proyecto "Sistema Subregional de Información e Investigación sobre Drogas en Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay", que se desarrolló durante los años 2006 - 2007, en una muestra que representa a 43 millones de habitantes en los seis países, Bolivia tiene el mayor índice de bebedores problemáticos de la región, de acuerdo a la Escala Breve del Bebedor Anormal (EBBA). Mientras en Uruguay el 9% de los consumidores de alcohol en los últimos 30 días presentan un consumo problemático, esta cifra se eleva a un 42% en Ecuador y un 49% en Bolivia, la más alta. Argentina presenta un 13%, Chile un 17% y Perú un 16% de consumidores problemáticos.
De acuerdo a datos del Instituto para el Desarrollo Humano (IDH), Programa SidAcción, el consumo desmedido de alcohol en Bolivia tiene una relación tan estrecha con el VIH/sida, que el 60 por ciento de los casos tienen relación con el abuso de alcohol. Los números también dicen que el rango de edades más propenso a la relación alcohol-VIH, está entre los 15 y los 34 años. Este rango conforma un 40 por ciento de la población infectada por el virus.
Las personas que contrajeron el VIH/sida, lo hicieron a pesar de tener conocimientos de los riesgos y formas de prevención, simplemente por estar en estado de ebriedad. Es decir, la mayor parte de quienes se infectaron con en virus, lo hicieron bajo el efecto del alcohol.
Sin embargo, pese a los graves problemas que acarrea su consumo en exceso, el alcohol no es considerado una droga ilícita, y en el caso de Bolivia, no existen regulaciones efectivas, como es el caso de otros países, para prohibir la publicidad y ni siquiera se norma la venta a menores de edad. La Policía boliviana ha informado que la mayoría de los crímenes en el país, ya sean asesinatos, violaciones y hasta accidentes de tránsito, han sido cometidos por delincuentes en estado de ebriedad.
Si bien el consumo entre los hombres es superior al de las mujeres, las diferencias entre los países son menos acentuadas en el caso de los hombres en el grupo de 15 a 34 años, sobre todo en Bolivia, donde las féminas son casi igual de bebedoras que los varones.
La precaución debe ser siempre una obligación. Cada uno es responsable de su cuerpo, y en algo tan serio como el VIH, el uso de un condón puede ser determinante para toda la vida.
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