Cama 7 de la sala de Oncología del Hospital Pediátrico Germán Urquidi, Bismar está postrado en una de las ocho camas de esa nueva Unidad, su diagnóstico es aplasia medular. Esta rara enfermedad, que en promedio registra dos casos por un millón de personas, provoca la desaparición de las células madre de la médula ósea, las que están encargadas de producir los glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
Bismar tiene la tez pálida, dice que tenía constantes dolores de cabeza y sentía cansancio cuando caminaba o hacía cualquier cosa.
--¿Qué piensas? Le pregunto cuando se queda callado. “Que me voy a morir”, dice y su madre se tapa la boca. Todo comenzó el día de su cumpleaños número once, el 3 de septiembre pasado, cuando su mamá, doña Alberta Silvestre, lo llevó al pueblo de Sacaba para comprarle una torta y ropa de regalo. De pronto, el pequeño que caminaba detrás de su mamá, empezó a sangrar por la nariz y no paró. Fue internado en el hospital México, de Sacaba, y posteriormente traído al hospital Viedma donde lo auxiliaron y le detectaron que padecía de aplasia medular por la que deben ponerle constantemente sangre.
Hasta la fecha, la mamá de Bismar debe llevar 20 donantes al Banco de Sangre y pagar una cuenta de más de 5 mil bolivianos.
Una fortuna para una mujer que tiene cinco hijos, dos mujercitas de 8 y 7 y tres varones de 5, 3 y 1 y seis meses, y un esposo que trabaja en una granja y gana alrededor de 1.000 bolivianos criando pollos.
Vilmita Calero, de 9 años de edad, que está en la cama 4 del mismo hospital que Bismar, llegó de Saipina con un shock hipovolémico. Esta pequeña también tiene aplasia medular.
La oncóloga pediátrica Beatriz Salas, jefa del departamento, dice que le contaron que ella caminaba detrás de su papá cuando fumigaba con insecticida su plantación de tomates y que muchas veces comía sin lavarlos.
Salas señala que a un año y diez meses de que se inauguró la sala de oncología, en octubre de 2009, 72 niños entre 6 meses y 14 años fueron diagnosticados con cáncer. La mayoría tiene entre 3 y ocho años con patologías como leucemia, cáncer de los glóbulos blancos, y retinoblastoma, cáncer en los ojos.
De estos 72 niños, el 60 por ciento tiene leucemia, el 20 por ciento retinoblastoma y el 20 por ciento restante tumores o cáncer de hígado, riñón o ganglios.
Sólo en septiembre de este año se detectaron cinco nuevos casos de niños con problemas de cáncer que llegaron de varias zonas del país y de la ciudad.
La doctora Salas dice que cuando son pequeños responden muy bien a la quimioterapia y que ya tiene ocho pacientes a los que les hacen seguimiento pero que se puede decir que están curados. “Necesitamos tener ciertos cuidados, requerimos que estén aislados porque no tienen muchas defensas y podemos lograr mucho”, señala.
La mayoría de los niños que tiene cáncer es de la zona sur, tres llegaron de Riberalta, pero otros provienen de Pacata, Quillacollo, Cerro Verde, Recoleta, Chimba.
Salas adecuadas para los niños
Las dos pequeñas salas de Oncología de Pediatría del hospital Germán Urquidi, están ubicadas entre las de Neumología y diarreas, lo que expone a los niños que están con tratamiento de quimioterapia ambulatorio, que son la mayoría, a que puedan ser contagiados con alguna de estas enfermedades.
Así mismo, la doctora Beatriz Salas explicó que es urgente que estos pequeños puedan estar más aislados, en ambientes adecuados, con una campana de flujo laminar que sirve para que el personal médico se proteja cuando reciben quimioterapia.
La única enfermera que tienen para las dos salitas sólo trabaja en la semana, por lo que los niños que están internados no tienen atención por la noche ni los fines de semana.
Los padres de familia de los niños se unieron y trabajan para conseguir medicamentos y otras necesidades, así como la Fundación Oncofeliz que también apoya a estos pequeños.
Cáncer infantil
Beatriz Salas, pediatra oncóloga
En realidad, son muy pocos los cánceres que se heredan genéticamente. Sólo el 5% de los cánceres heredan de padres a hijos. Aunque las investigaciones sean constantes, las causas del cáncer en la infancia todavía no se conocen. En razón de eso, no existen métodos eficaces para prevenir esta enfermedad, lo que hace necesario un diagnóstico precoz del mal.
Las causas pueden ser múltiples
Todavía no existe una causa específica para el cáncer. Lo que existen son sospechas de algunas situaciones que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad. En el caso de los niños el estar en un ambiente con humo, ser hijo de una madre que consume drogas o que se expone a rayos X.También se debe evitar exponerse a insecticidas, gases tóxicos, pinturas, postes de electricidad y electromagnéticos.
Cambios en las células
El cáncer comienza en las células, que forman los tejidos del cuerpo. Normalmente, se forman células nuevas a medida que se necesitan para reemplazar a las células viejas que mueren. Algunas veces, este proceso sale mal. Se forman células nuevas que no son necesarias y las células viejas no mueren cuando deberían. El exceso de células puede formar un tumor.
Es distinto al de los adultos
Los niños pueden tener cáncer en las mismas partes del cuerpo que los adultos, pero existen diferencias. Los cánceres de la niñez pueden ocurrir repentinamente, sin síntomas precoces, y tienen un índice de curación elevado. El cáncer más común en los niños es la leucemia. Otros cánceres que afectan a los niños son: tumores cerebrales, linfoma y sarcoma del tejido blando. Los síntomas y el tratamiento dependen del tipo de cáncer y puede incluir cirugía, radiación y/o quimioterapia.
Recomendaciones
• Se adopte un estilo de vida sano para mantener y disfrutar de una buena salud. Evitar ambientes cargados de humos, de contaminaciones, pinturas.
• Se coma frutas y verduras todos los días, gracias a la fibra que contienen. Se consuma más legumbres que carne.
• No consuma tanto alimentos preparados con humo o conservados en vinagre. Producen nitrosaminas, sustancia cancerígena.
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