La tecnología nos "ilumina" el presente, pero nuestros ojos seguramente piensan que demasiado. El doctor Luis Fernández explica que "su ventaja es que se puede regular el tamaño de la letra y el contraste. En los modelos de tinta electrónica debemos tener las mismas precauciones que en los de papel y los que tienen retroiluminación pueden usarse en situaciones con poca luz ambiente. Según el también jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Central de Asturias, las condiciones más favorables en las que se debe leer un libro electrónico para que no perjudique a la vista son: mantener una distancia de 30 centímetros respecto al dispositivo, la dirección de nuestra mirada ha de ser hacia abajo, para poder levantar la mirada y ver de lejos, situar la pantalla por debajo de los ojos. En cuanto al respecto a la iluminación debe haber contraste; es decir, una buena iluminación focal
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