Mucha gente le resta importancia a esta etapa y es fundamental, se podría decir que hasta más importante que cuando ya estamos en invierno, porque en ese momento, el cuerpo ya se habrá acostumbrado a las bajas temperaturas. Pero cuando todavía estamos un poco con calor otro poco con frío, el organismo no sabe bien cómo reaccionar.
Mientras estamos en casa o en la oficina no hay problema, ya que seguro estaremos bien acondicionados. Pero todo cambia cuando salimos a la calle. Nuestras defensas se ponen en acción pero no siempre esto es suficiente. La ropa es la herramienta principal para combatir a los virus y enfermedades que rondan en el aire. Elige la más adecuada según la temperatura de ese día y no porque estamos en otoño tenemos que usar algo sin abrigo.
Es importante antes de salir bajar la calefacción o abrigarnos, para que la temperatura corporal no sufra picos, debilitando las defensas y dejando el paso libre a los causantes del resfriado y la gripe.
Pero también es bueno estar prevenidos y preparados durante todo el año. ¿Cómo? Con una buena alimentación y vida saludable. La dieta debe contar con todos los nutrientes esenciales, sobre todo la vitamina C, que protege las células y arma nuevas barreras de defensa. La fibra es muy importante también porque es vital para tener una buena salud y no ser vulnerables a los atacantes externos.
Higiene básica
Lávate la nariz apenas se noten los primeros síntomas, como ser un estornudo. Es muy importante que siempre tengas las manos limpias.
Fortalece tus defensas con remedios naturales, puede ser un vaso de leche caliente con miel o zumo de naranjas con miel (algunos optan por añadir unas gotas de una bebida alcohólica fuerte como es el ron o el coñac), consumir cada dos o tres horas.
Nunca dejes que tus pies se enfríen. Si es necesario, coloca un calcetín adicional. Esto también incluye dentro del hogar. Si se mojan los pies con la lluvia, inmediatamente secar o llevar un par de calcetines en el bolso. No hay nada peor que unos pies fríos o mojados para coger un resfriado.
Como se dijo antes, la dieta es fundamental. No dejes pasar muchas horas sin comer algo, desayuna de manera completa por las mañanas, come más frutas y vegetales (sobre todo las que te aporten vitamina C) y deja de lado el fast food o los alimentos muy azucarados.
Y también bebe mucho líquido. Esto es recomendable durante todo el año, pero más cuando estamos ante el cambio de estación. Al estar bien hidratado, el cuerpo tiene más capacidad de sentirse bien. No solo agua está incluido en este grupo, también zumos e infusiones, siempre naturales.
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