El flebólogo de Arias Medical Luis René Arias Villarroel explicó a Femenina los alcances de los problemas varicosos que en principio comienzan con piernas cansadas y luego, por descuido, avanzan en gravedad llegando a formar heridas de difícil cicatrización y que requieren un tratamiento más prolongado y de mucho cuidado por parte de la persona.
“La consecuencia más grave que produce las várices son las úlceras, debido a la falta de retorno venoso al corazón al que denominan hipoxia que es por falta de oxígeno en la sangre. El torrente sanguíneo en su retorno se encuentra con várices que no permiten seguir y buscan una circulación colateral que lleva la sangre contaminada con elementos tóxicos que se saturan causando que la piel se vuelve negra, se descomponga e infecte” dijo el flebólogo.
Arias afirmó que la ulcera varicosa es el proceso degenerativo de la circulación vascular periférica, es como una pared podrida que por más que le pongan yeso no va a solucionar el problema si no se arregla la tubería, por esta razón se aplica un procedimiento especial para tratar este tipo de patología.
“Lo primero que se hace es un diagnóstico, se corrige la dificultad circulatoria y comienza a llegar sangre fresca a la zona afectada, se realiza un implante de tejido donde comienza a crecer una piel sana. Mucha gente vivió más de 30 años con este problema y el tratamiento hace que en cuestión de semanas ya se solucione”, dijo Luis René Arias Villarroel.
El especialista afirma que ha sido muy difícil tratar este problema, porque muchos pacientes asisten a consulta luego de haber visitado muchos médicos que les hicieron gastar hasta el último centavo y no los curaron. Por eso hubo una gran desconfianza en principio, pero ahora confían en el tratamiento.
“Vienen personas de Llallagua o Patacamaya que tienen muy bajos recursos económicos, pero se los atiende de igual manera y eso es lo que me llena de mayor satisfacción más allá de que reciba una retribución económica el ver que retornan a sus comunidades con su curación realizada y sus medicamentos con un agradecimiento en sus ojos es suficiente para mí”, expresó emocionado el flebólogo.
CLIMAS
Se consultó al especialista cuál es el comportamiento de las úlceras en clima cálido y frígido. Porque sabemos que Arias Medical tiene sucursales en otros departamentos del país. La respuesta fue “En clima frío y templado 3 de cada 10 personas tienen várices y una de cada 100 úlceras. En los cálidos 5 de cada 10 tienen várices y por lo menos 10 de cada 100 están con ulceras. En poblaciones como Santa Ana de Yacuma o Guayaramerín hay largas filas para curaciones que se realizan 3 veces por semana. La gente tiene la mala costumbre de utilizar moto y no camina, el problema sucede por el clima cálido que es vasodilatador y el motor de la moto calienta y provoca heridas, porque solo se utiliza sandalias y short” dijo Arias.
En un clima cálido las curaciones se realizan día por medio al igual que en uno frío, el procedimiento se efectúa en tres tiempos: primero, se maneja la infección, segundo, se hace un control riguroso del Ph en la piel y tercero, se procede a un cultivo de tejido, acompañado de crioescleroterapia y elastocompresión.
“Noté que hay un progreso lento cuando la gente consume mayor carne de cerdo. Lo ideal es tener una alimentación balanceada con suficientes proteínas, vitaminas y carbohidratos en cantidad suficiente. Consumir bastante verdura, fruta y buena cantidad de agua. Comer carne roja y blanca en cantidades razonables cocinadas a la plancha”, dijo el flebólogo.
ANTECEDENTES
El especialista contó que cuando estudió flebología no se consideraba la relación de las várices con las úlceras. En el año 1992 comenzó a investigar por cuenta propia, porque los pacientes con várices le llegaban con la piel muy negra y con heridas. Pero al asistir a un curso de actualización en flebología em 1997, en Argentina obtuvo mayor conocimientos con las experiencias de otros colegas como el médico Campos que estaba en el mismo afán.
Desde entonces, Arias Medical es un experto en el tema de curación de ulceras varicosas. “Dondequiera que vaya me invitan a dar conferencias sobre cómo curarlas. Todo empezó cuando comencé a curar a los salvadoreños y mexicanos que cruzaban la frontera a pie a Estados Unidos por Tijuana y como eran indocumentados no podían ir a los hospitales”, recordó Arias.
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