Así es como un grupo de científicos de Estados Unidos y de Australia han confirmado que han logrado hacer muchos avances en el camino iniciado para crear una vacuna contra la demencia. Hasta el punto que esta cura podría llegar a prevenir y hasta revertir estas enfermedades.
La vacuna ha sido desarrollada por Nikolai Petrevsky con la colaboración de la Universidad de Flinders en Australia, y también por la Universidad de California y el Instituto de Medicina Molecular de Estados Unidos. La idea de esta vacuna es que se dirija directamente hacia las proteínas beta-amiloide y las proteínas tau. Estas son las que se almacenan en nuestro cerebro y posteriormente desencadena la enfermedad de Alzheimer. El propio sistema inmunológico se haría cargo de las proteínas anormales, es decir, se producen unos anticuerpos que se enganchan a la proteína averiada y la anulan.
Estos investigadores publicaron sus avances en la revista Scientific Reports, donde aseguran que podrían empezar los ensayos con esta vacuna en aproximadamente tres o cinco años, probándola en humanos. Uno de sus investigadores, David Cribbs, explica que la vacuna es prometedora, ya que tanto funcionaría en un enfoque preventivo como en aproximaciones terapéuticas.
Es el propio desarrollador de la vacuna quien ha querido explicar a grandes rasgos su funcionamiento. Es decir, los anticuerpos trabajan para eliminar las proteínas que crean el Alzheimer. Solo que la novedad ahora es la combinación de dos vacunas, una que ataca directamente a la proteína beta-amiloide y otra que va sobre las proteínas tau.
De hecho, la vacuna que ataca a las proteínas beta-amiloide ha demostrado que es más efectiva cuando su administración es de forma preventiva. Con lo que teniendo en cuenta que existen también estudios para prevenir el Alzheimer, este podría ser un tratamiento perfecto para todos aquellos que estén en riesgo.
El trabajo de estos investigadores tendría como resultado dos tipos de vacuna, uno que serviría para prevenir el Alzheimer y otra que lo conseguiría frenar. Añaden que la vacuna podría ser inyectada en una edad en la que el paciente todavía está sano, aunque también sería válida cuando la enfermedad se encuentra en sus primeras fases. Trabajaría para tratarla y revertirla.
En un periodo entre tres y cinco años, la idea de estos investigadores es vacunar a pacientes en las primeras etapas del Alzheimer y también a aquellos que estén sanos pero en riesgo de sufrirlo. En el caso de que la enfermedad progrese, la intención es aplicar además la vacuna anti-tau para aumentar la eficacia.
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