Contracturas: Es una lesión muscular dolorosa debido a una contracción involuntaria, inconsciente y permanente que no cede de forma natural. Sucede principalmente en la zona de la espalda por concentrarse ahí la mayor cantidad de músculos posturales. Las causas más comunes son: carga excesiva, sedentarismo, posturas mantenidas por largo tiempo, exposición al frío, estiramientos bruscos, mala alimentación y estrés. Lo normal es que el médico recete antiinflamatorios y que la terapia implique estiramientos, masajes y aplicación de calor.
Contusiones: Es una de las lesiones más frecuentes se produce cuando el músculo choca frente a una estructura no cortante provocando hinchazón, rigidez y dolor. Los que practican deportes de contacto como el fútbol son muy proclives a este tipo de lesiones. Es indispensable en el tratamiento pausar el ejercicio, inmovilizar la zona afectada, aplicar frío y vendajes compresivos durante días.
Desgarros: El desgarro se produce por una elongación brusca del músculo. Aquellas secciones del músculo que cruzan con las articulaciones son proclives a este tipo de lesiones, por ejemplo, las caderas o las rodillas. Las personas que practican deportes que requieren una rápida acción y reacción están más expuestas a los desgarros. Por lo general, la fisioterapia basta como tratamiento, aunque en casos más complicados se requiere cirugía.
Calambres: Se trata de contracciones involuntarias del músculo que causan mucho dolor en la zona afectada. El calambre es muy frecuente en las piernas y el afectado tiene la sensación de que el músculo se ha reducido en su tamaño. Con ejercicios de estiramiento y masajes la persona puede hallar alivio al dolor, pero es fundamental mantener reposo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario